La agencia Moody’s Investors Service considera poco probable que los cambios anunciados en los puestos que lideran el Banco de México (Banxico) y en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y las elecciones del pasado 6 de junio conduzcan a un cambio material en las políticas macroeconómicas y fiscales.
La semana pasada, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, informó que va proponer a actual secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para que sea el próximo gobernador del Banxico, cargo que actualmente tiene Alejandro Díaz de León y que concluye en diciembre de 2021, y que Rogelio Ramírez de la O sustituirá a Herrera.
La agencia calificadora refirió que con Arturo Herrera en el Banxico espera que el banco central mantenga su independencia, pues es un factor importante que respalda la credibilidad y eficacia de la política monetaria y es una fortaleza clave del perfil crediticio soberano.
En su opinión, los comentarios recientes de Herrera sobre la política monetaria apuntan a una postura política un tanto moderada, ya que ha declarado públicamente que la tasa de política monetaria no necesita aumentar en el corto plazo a pesar de las crecientes presiones inflacionarias.
Moody’s agregó que Arturo Herrera también ha expresado su deseo de que el Banxico aumente la transparencia en torno a cómo calcula sus ganancias y el pago remanente de operación asociado y cómo administra las reservas y ganancias de divisas.
En este sentido, señaló que no está claro si estos puntos de vista podrían representar una desviación de la forma en que los funcionarios del banco central han abordado estos temas de gestión de la política monetaria hasta la fecha.
Ramírez de la O en la SHCP
Con respecto a la política fiscal, la agencia recordó que Ramírez de la O ha sido asesor de López Obrador durante más de dos décadas y en el pasado se rumoraba que era un candidato potencial a secretario de Hacienda y Crédito Público; así, aunque puede adoptar una postura más independiente en su manejo de los asuntos económicos y fiscales en relación con la de Herrera, Moody’s espera que se mantenga la austera postura fiscal que ha caracterizado a la administración.
No obstante, añadió que Rogelio Ramírez de la O también tendrá que navegar por un congreso en el que la oposición tiene una presencia más fuerte a partir de septiembre, cuando los candidatos electos en las elecciones de mitad de periodo toman posesión.
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Moody's señaló que si bien la coalición gobernante perdió su supermayoría de dos tercios, mantuvo una mayoría simple y con ésta, la administración podrá controlar la agenda legislativa y cumplir con sus objetivos de política clave, incluido su apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex) (Ba2 negativo), cambios en los programas sociales, así como aprobar el presupuesto 2022.
Sin embargo, destacó, la pérdida de una supermayoría disminuye el riesgo de cambios constitucionales radicales, especialmente aquellos relativos al sector energético.
MRA