Pese a que el sistema financiero ha mostrado fortaleza frente a los choques adversos generados por el covid-19 y ha mantenido altos niveles de capital y de liquidez se mantiene la incertidumbre sobre los efectos a la cartera de crédito de los sectores más vulnerables y con ello la rentabilidad de la banca puede disminuir por un menor otorgamiento de crédito y el aumento potencial en la morosidad.
De acuerdo con un análisis de BBVA México, la aceleración de los contagios que ha obligado a medidas de confinamiento en México y otros países, así como la estrategia para la distribución y aplicación de vacunas, han generado una mayor incertidumbre sobre la recuperación económica. Ante esto, algunos de los riesgos que enfrenta el sistema financiero pueden intensificarse y afectar su adecuado funcionamiento.
El análisis indicó que entre las operaciones en riesgo están el del financiamiento a los hogares que se desaceleró como reflejo principalmente de la contracción del crédito al consumo. Al cierre de septiembre de 2020, la posición financiera de los hogares, es decir, ahorro total menos endeudamiento, ascendió a 39.6 por ciento del PIB, mayor a 36.4 por ciento registrado en marzo de 2020.
BBVA aseguró que la principal causa de este incremento fue la desaceleración en el financiamiento a hogares, mientras que su ahorro financiero registró un mayor dinamismo. En el tercer trimestre de este año se redujo el crecimiento del financiamiento a los hogares tanto en su comparación trimestral como en la anual.
El documento del banco explicó que “esta tendencia se debe a la evolución desfavorable del crédito al consumo, que continuó reduciéndose durante el tercer trimestre. Además, el ritmo de crecimiento del financiamiento a la vivienda también ha disminuido, aunque aún registra tasas de crecimiento positivas”.
Agregó que a partir de una muestra de acreditados registrados en una de las sociedades de información crediticia, se observa que el apalancamiento de los hogares como proporción del ingreso mensual destinado al pago de la deuda tuvo mayores niveles en septiembre de 2020 respecto al mismo mes de 2019, siendo los de menores ingresos quienes tuvieron un mayor aumento en su nivel de apalancamiento, además de destinar más porcentaje de su ingreso al pago de sus deudas.
BBVA también reveló que el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas del país siguió contrayéndose, registrando en septiembre una variación real anual de 6.3 por ciento por debajo de trimestre anterior, y este resultado está asociado a un estrechamiento de las condiciones generales de aprobación de crédito durante los primeros tres trimestres del año.
Los bancos de desarrollo y las instituciones de fomento mantienen una posición sólida, aunque se ha observado algunas afectaciones en sus resultados a raíz de la pandemia.
BBVA agregó que en el Reporte de Estabilidad Financiera, el Banco de México también identificó como riesgos una recuperación de la economía global menos vigorosa de lo anticipado, así como la mayor volatilidad en los mercados financieros.