A finales de los ochentas el sedán de lujo de Mercedes, el Clase S, tuvo considerado un gigantesco motor de 18 cilindros.La batalla por el poder, por ser el más grande y el más fuerte, fue particularmente agresiva entre los fabricantes alemanes a finales de aquella década.
En aquellos años, las crisis de combustibles o las regulaciones ambientales no eran pan de cada día, y entre más potente y rimbombante sonara, mejor sería el auto o la demostración de capacidades ingenieriles. Hoy eso sería, literalmente, impensable.
Con ello en mente, Mercedes decidió entregar al mundo el buque insignia definitivo, el mejor de todos. Para ello tomó como base el Clase S de la generación W140, que era, en ese momento, uno de los sedanes más avanzados y refinados de la época.
De hecho, justo por esa generación es que al Clase S se le considera desde ese momento como uno de los coches o referentes tecnológicos para la marca y los autos que le continúan. Es pues, la máxima muestra de la capacidad de la marca.
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Dicho modelo echaba mano de un llamativo V12, que era considerado un símbolo de capacidad y poder, sin embargo, Mercedes no era la única marca en ofrecerlo, pues el 750i de BMW también lo tenía disponible.
Si ya se podía tener con motores de seis, ocho y doce cilindros, el siguiente paso era evidennte. La idea del nuevo motor de 18 cilindros en Clase S, nunca antes visto y exclusivo para buque insignia, partió de otros bloques que ya producían y cuyo concepto sería usado por el Grupo Volkswagen para la creación de sus propios motores en W, completamente diferentes a estos pero que sí llegaron a producción.
Si la idea de Volkswagen con sus motores W fue combinar a dos bloque en V, Mercedes partió de la idea de unir a tres motores de seis cilindros en línea con ángulos de 75.5 grados. Esta idea de tres bancos también la tomó Bugatti con el Chiron W18 original y no fue hasta unos años después que el Grupo Volkswagen la hizo posible con sus motores W8, W12 y W16, que tenían cuatros bancos de cilindros.
Tal propulsor de la marca alemana iba a recibir el nombre de M216 de 8.4 litros, con un par de versiones disponibles: la regular de 490 hp y 553 lb-pie y otra potenciada, para versiones deportivas, de 680 hp y 590 lb-pie de torque, datos sumamente importantes para la fecha.
Desafortunadamente el proyecto nunca cuajó, aunque le faltó muy poco para ser realidad, pues existieron bocetos y algunos prototipos de dicho propulsor que ser revisó entre varios ejecutivos para obtener el visto bueno..
Y es que Mercedes Benz ya estaba trabajando con V12 más evolucionados de la mano de AMG por lo que considerar fabricar un modelo tan costoso y pesado no terminó de convencer a la mesa directiva.
AMP