Las mujeres llegan a pagar hasta 17 por ciento más en productos y servicios que incluso son similares para hombres, identificó la plataforma de finanzas personales Fintonic.
De acuerdo con la plataforma “cuesta más ser mujer”, pues la denominada tasa rosa es un concepto que impacta negativamente en las finanzas de las mujeres y es el término con el que se conoce al aumento de precios relacionado con los productos y/o servicios que se consideran exclusivos del sector femenino.
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), por cada 100 pesos que en promedio recibe un hombre por su trabajo al mes en México, una mujer recibe 87.
A ese panorama, se suma el impacto negativo en las finanzas de las mujeres, respaldado en datos oficial de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y relacionado con que los productos dirigidos a mujeres son hasta 17 por ciento más caros en comparación con aquellos que se dirigen a los hombres, aún cuando se trate de artículos como cremas, rastrillos, jabón y ropa.
Asimismo, de acuerdo con una investigación del Instituto Belisario Domínguez, al menos 31.2 por ciento de la población de mujeres tiene la necesidad de adquirir artículos para la gestión menstrual, con lo cual el gasto total anual supera la marca de los 28 mil 277 millones de pesos.
Por si fuera poco, los productos de higiene no son los únicos que presentan un sobreprecio.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), detectó que por ejemplo, en el rubro de seguros, donde una prima neta anual de gastos médicos individual con cobertura básica cuesta 17 mil 337 pesos para los hombres, mientras que para las mujeres cuesta hasta 24 mil 305 pesos.
El hecho de que los productos y servicios sean más altos para las mujeres puede considerarse violencia económica, pues es un daño directo a las finanzas de las mexicanas y representa una desigualdad de género que afecta el acceso y control de sus recursos financieros.
¿Cómo comprar mejor?
- Comparar precios del mismo artículo o servicio en diferentes tiendas para adquirirlo al menor precio.
- Elegir artículos neutros, como el caso de rastrillos, jabones, shampoos o cremas.
- Probar con marcas más baratas que ofrecen resultados similares.
- Informarse sobre propuestas que generen un impacto positivo en el gasto, como la reforma para eliminar el cobro de IVA a los productos para la gestión menstrual.
- Usar apps de control de finanzas para llevar un control más estricto de las compras.
AMT