El nearshoring no solamente ha traído mayor demanda de espacios industriales, sino también ha impulsado el desarrollo de mercados secundarios (otras ciudades que no figuraban) para atender a industrias como la automotriz, alimentos, aeroespacial y farmacéutico, que tradicionalmente estaban regionalizados y ahora empiezan a explorar otras ciudades, señaló Érick Brunet, director de transacciones de Newmark.
El directivo detalló que se observa un crecimiento y absorción de espacios industriales en ciudades como Ciudad Juárez, Saltillo, Nava, Monclova y en la zona de La Laguna.
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Destacó que la demanda de la relocalización de las empresas está permeando a todo el territorio nacional, no solo el norte o noreste del país.
Mencionó que en el caso de Monterrey y su Área Metropolitana tienen una vacancia de 0.4 por ciento de disponibilidad. De otras ciudades con vacancia baja resaltan Tijuana, que tiene 0.6 por ciento de disponibilidad; Ciudad Juárez, con el 1.4 por ciento; Reynosa, con el 1.8 por ciento; lo que ha dado paso a absorciones históricas en mercados “secundarios”, tales como Mexicali y San Luis Río Colorado para Tijuana; la ciudad de Chihuahua para Juárez; Saltillo y se espera que empiecen Monclova, Nava y la gran sorpresa: La Laguna.
También en la región Bajío-Occidente, la mayor absorción se está dando en Guadalajara, Guanajuato y Querétaro, con casi 1 millón de metros cuadrados de absorción bruta al tercer trimestre de 2023, lo que ha hecho una disminución en la disponibilidad.
Frente a ello, San Luis Potosí y Aguascalientes son magníficas alternativas por su enfoque industrial.
En el centro del país, la Ciudad de México ha tenido récord de absorción, con 500 mil metros cuadrados, pero las alternativas siempre son la zona de Toluca y Puebla.
Érick Brunet refirió que a pesar del desarrollo y crecimiento industrial que ha traído la relocalización de empresas hacia territorio mexicano, hay desafíos que afrontar.
“Seguimos teniendo grandes retos como la infraestructura, principalmente eléctrica, y en segundo lugar entender para qué nichos son más competitivos, en dónde se da la calificación de su mano de obra y la base instalada de proveeduría podría ser más competitiva que las grandes ciudades. Muchos de estos mercados irán a competir por operaciones más básicas que son intensivas en mano de obra y que se benefician de costos laborales y de vida más bajos”, apuntó.
Aunque afortunadamente el efecto de la inflación no se ha hecho sentir en el mercado industrial, ya que México cuenta con calidad de mano de obra, costo de insumos, costo logístico, se beneficia de tratados comerciales y las empresas descubren cada vez más que pueden tener operaciones de valor agregado a precios extremadamente competitivos, indicó.
mrg