La relocalización de empresas es una gran oportunidad para que la economía mexicana crezca; sin embargo, se necesita una inversión pública robusta en infraestructura para temas de logística y un plan energético que contemple opciones renovables, de lo contrario “el nearshoring va a ser una ilusión sin las capacidades integrales necesarias y México no tiene opción”, aseguró Eduardo Osuna, director general y vicepresidente de BBVA México.
En entrevista con MILENIO previa a la edición 86 de la Convención Bancaria, a realizarse en Mérida, Yucatán, el 16 y 17 de marzo, el director general de BBVA destacó que las grandes inyecciones de capital anunciados hasta el momento, incluyendo la de Tesla en Nuevo León, es resultado de las fortalezas del país desarrolladas en los últimos 30 años.
Sin embargo, Osuna aseguró que todavía quedan algunos temas pendientes por resolver, como la seguridad física, la falta de estado de derecho y enviar señales de certidumbre en temas eléctricos y destrabar cuellos logísticos.
“Sobre todo mensajes importantes de respeto a la iniciativa privada, especialmente para los inversionistas mexicanos. También los que deben de propiciar mayor bancarización y crecimiento con el combate a la informalidad”, agregó.
Eduardo Osuna refirió que los beneficios que otorga a las empresas el acuerdo de libre comercio T-MEC con las restricciones a las reglas de origen, personal calificado para operar y condiciones logísticas son las que abren más oportunidades de inversión en gran magnitud.
“Todavía no está muy claro de cuánto va a invertir Tesla, pero será muy grande, y me parece que es un buen mensaje para decir que no solamente los inversionistas están viendo las bondades de estar en México, también están pensado en el largo plazo y lo que hemos construido en los últimos 30 años”, explicó el banquero.
Osuna confía en que, pese a la incertidumbre política por las elecciones de 2024, así como los altos niveles que persisten de inflación y el incremento en la tasa de interés por parte de Banxico, la economía seguirá creciendo, pues en general se percibe un país más resiliente.
“Hoy estamos parados en una de mucha incertidumbre, van a ocurrir cosas que hoy no sabemos y las que sabemos, no sabemos cómo van a evolucionar, pero esa ha sido la constante desde 2016, cada año hemos tenido temas que no hemos podido manejar, que no sabíamos cómo hacerlo y que nos han obligado como país a tomar ciertas decisiones”, remarcó.
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BBVA contempla que la economía crecerá 1.4 por ciento durante este año, muy condicionado a la posible recesión en Estados Unidos, misma que podría ser muy corta o no tan profunda.
“México se puede desacoplar en esta vuelta si la recesión en Estados Unidos no es tan profunda por el nivel de demanda que estamos teniendo, porque estamos recibiendo mucha inversión extranjera directa, y la mejor prueba de esto y del nearshoring”, dijo.
Confianza en el país
Eduardo Osuna reiteró que el banco tiene confianza en el país, reflejo de esto es que proyectan tener este año la inversión más grande que ha hecho el banco en su historia, todo en línea con lo proyectado de 2018 a 2024, de 63 mil millones de pesos que pueden finalizar un año antes.
“Hay confianza en el país de nuestra parte y la mejor forma de comprobarlo es que estamos invirtiendo como nunca, con un plan de inversión de 63 millones de pesos, este año vamos casi en ritmo con lo que sería la parte proporcionar a este momento, pero estamos anticipando que casi terminamos un año antes con la totalidad”, explicó.
Detalló que la inversión de 2023 está orientada en tecnología de componentes físicos, la capacidad de venta, redes con sucursales nuevas, reemplazando equipos y generando empleos; “vemos un futuro prometedor en México”.
Proyección en crédito
Osuna destacó que 2022 fue un año récord para el banco que dirige en términos de colocación de crédito y utilidad, así como el incremento de la bancarización, para este año aseguró que arrancaron con un portafolio “sano”; sin embargo, el actual nivel en la tasa de interés ya comienza a afectar los niveles de pago de algunas familias y empresas que han sido golpeadas por la inflación, pese a esto las expectativas de inversión siguen siendo optimistas.
“2023 debe ser un año de crecimiento para la institución, a lo mejor los niveles de crédito del año pasado porque la tasa está más alta y eso es un inhibidor de la demanda, de hecho el incremento de tasa de interés busca lograr esto para bajar la inflación para que la economía sea sana y a las familias les vaya bien”, agregó.
“Nosotros le prestamos a quien necesita el crédito y que tiene capacidad de pago porque prestamos el dinero del público ahorrador mexicano y tenemos que hacerlo con responsabilidad. Para hacer eso debemos tener mucho acercamiento con los mercados y estar cerca de nuestros clientes, prestando en proyectos y también cuando empiezan a tener problemas de flujo”.