México y Latinoamérica necesitan tener mejores regulaciones para poder aprovechar los beneficios del open banking, que hace uso de APIs abiertas que permiten a los desarrolladores externos crear aplicaciones y servicios en la institución financiera, consideró la compañía especializada en analítica FICO.
“Más allá del número nominal la transformación digital utiliza este intercambio de información. El mercado de Apis en todo el mundo ascenderá a 763 millones de dólares para 2022, a medida que las normas de open banking se empiecen a regular, más van a crecer las Apis”, dijo en conferencia Fernando Moreno, director de Desarrollo de Negocios en FICO.
Expuso que la adopción de APIs, que es un medio para acceder a datos financieros, tiene un valor directo en la empresa y que el paso hacia la banca abierta viene a reforzar este crecimiento, que se puede traducir en nuevas fuentes de ingresos y reducción de costes.
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“México no sólo restringe open banking, expande eso a todo tipo de industrias: seguros, salud, cualquier tipo de industria está incluida en la regulación. La reglamentación es fundamental. No se puede empezar a adaptarse antes; cada país lo va a hacer de una forma y en tiempos diferentes. Una vez que eso esté claro el siguiente obstáculo va a ser la capacidad de adaptarse para tener menos trabas”, dijo el especialista.
Por su parte, Jeok Cruz, director general adjunto comercial en Prosa, afirmó que el tema de la reglamentación es fundamental y que romperá paradigmas de colaboración, a fin de que se deba compartir información del usuario teniendo claros los límites de esta práctica y la seguridad para la protección de datos de los clientes.
Durante su intervención Alexandre Graff, presidente de América Latina y Caribe para FICO, dijo que en este ecosistema tanto la banca digital, plataformas de fraudes y seguridad, están conectados, lo que será un diferencial competitivo entre las compañías.
“Hay una parte de la reglamentación que es muy importante porque vemos que el open banking tiene el concepto de que el dueño de la información es el cliente, no la banca. Cómo va a ser utilizada, cómo van a acceder a estas, es una parte que necesita ser más trabajada y traer la garantía de que todas los consumidores necesitan de que la información va a ser bien utilizada”, finalizó.
srgs