“Se necesitan dos o más mujeres en los consejos para generar riqueza en las empresas”: Gina Diez Barroso

La pandemia hizo retroceder 10 años el ascenso laboral femenino, pero también hizo que se reinventaran vía emprendimiento; hoy, la consejera de Santander y miembro del G20 Empower busca que esos negocios sean de alto impacto

El país puede ser una referencia en políticas de apoyo a emprendedores, afirma. ESPECIAL
Cristina Ochoa y Jesús Hernández
Ciudad de México /

En la mujer hay un verdadero motor de la economía, dice con toda su convicción la empresaria Gina Diez Barroso, pero hace falta que empresas y gobiernos perciban esto para que se den la oportunidad de ser más rentables, señala en entrevista con MILENIO la consejera independiente de Grupo Santander y también representante de la iniciativa Empower en el G20, organismo que reúne a los países más poderosos del mundo.

Para Diez Barroso, fundadora Grupo Diarq, la pandemia significó un retroceso de 10 años en el ascenso laboral femenino, y al iniciar la recuperación los empleos fueron para ellos “por la concepción errónea de que el hombre es el proveedor”, pero “ahora las mujeres desde sus casas se reinventan a través del emprendimiento”.

“En el G20 concluimos que necesitamos darles a las mujeres que están exponencialmente creciendo el ecosistema emprendedor, las herramientas para que dejen de emprender en chiquito, y realicen proyectos de gran impacto”, dice la consejera de organismos como Americas Society and Council of the Americas, Laurel Strategies y Qualitas of Life Foundation, que bajo esa idea creo hace algunos años el centro Dalia Empower.

¿Qué responsabilidad da el ser de las pocas mujeres dentro de consejos de administración? ¿Cómo fomentar su participación?

Estuve seis años en Santander México y soy la única latinoamericana representando un banco de ese tamaño. Estamos rompiendo un techo de cristal y estoy peleando por todas estas iniciativas (como la del G20).

Pertenezco a cinco consejos y es increíblemente obvia la ventaja, pero también es desesperante que no se den cuenta. Lo que hay que hacer es publicar los números de las empresas que están muy bien y las que están muy mal.

En el momento que tienes políticas de género, muchas compañías te afirman que tienen mujeres en su organización, pero hay que desglosarlo para saber cuántas mujeres forman parte de los consejos de administración.

Yo por mucho tiempo fui la única mujer; pero se necesita tener dos o más en un consejo, porque se requiere la diversidad de pensamientos para poder generar una riqueza de la empresa.

Es increíble que sigan haciendo clubs de Toby porque literalmente están afectando la empresa, los resultados y a los accionistas.

Actualmente se busca que las empresas tengan una mayor equidad, responsabilidad social y ambiental y de gobernanza corporativa, los llamados criterios ESG, ¿qué tanto eso dará cabida a más mujeres en los consejos de administración?

Muchísimo. No sé si es por moda o por verse bien, pero la realidad es que se está dando y si es así, hay que aprovecharlo. Si te invitan a un consejo porque tiene que haber una mujer, métete, que importa. Obviamente eres capaz, si no no te invitarían, y ya luego demostrarás que eres un genio para la empresa. Está probado con números duros, de la rentabilidad de las empresas con consejos mixtos.

¿Cómo afectó la pandemia el desarrollo de las mujeres empresarias?

Hubo un retrocedimiento de 10 años. Se perdieron muchos trabajos y los pocos trabajos que se están abriendo se les están dando a los hombres, por una concepción errónea de que el hombre es proveedor; con esto, las mujeres se encuentran en casa y se reinventan como emprendedoras. El emprendimiento requiere de varias herramientas, entre ellas una vocación para hacerlo.

En el G20 platicamos que necesitamos darle a estas mujeres que están exponencialmente creciendo en el ecosistema emprendedor las herramientas que necesitan.

Hoy tenemos como países de darles estos elementos necesarias para que sus emprendimientos tengan posibilidades de ser exitosos; y por otro lado, es necesario impulsar la parte de aceleramiento para poder llevarles a ser fondeadas por fondo de capital privado, de la mano del desarrollo de las llamadas life skills. Estas últimas se refieren a habilidades de negociación, hablar en público, hacer equipo, cambio repentino, pensamiento creativo; todo esto te da para buscar emprender.

¿La llamada economía neni, puede ayudar a este propósito de fomentar el emprendimiento?

Es un primer paso, es algo elementalmente tener un inicio. Pero buscamos que estas mujeres busquen un bootcamp de emprendimiento y luego que vuelen solas. Hay que dejar un poco el Instagram de lado y empezar a entrenarse; en la mujer hay un verdadero motor de la economía.

Las mujeres que están emprendiendo en redes pueden aspirar a tener su lugar en algún marketplace y después buscar capital, porque hoy los grandes fondos de capital están viendo a Latinoamérica como una gran oportunidad.

Ellas tienen un problema, generalmente emprenden ‘en chico’, porque no tienen las habilidades de hacer un buen pitch para conseguir financiamiento, y entonces no se ven exportando o teniendo empresas de alto impacto, financiadas por fondos de capital privado.

En Dalia damos life skills, que son las habilidades de la vida para poder emprender en grande. No se trata de que todas las mujeres sean CEO’s sino de que tengan las herramientas necesarias para poder lograr lo que quieras ser en la vida, cualquiera que sea tu decisión.

Hoy los criterios ESG guían la inversión, ¿ayudará a las emprendedoras?


¿Qué tan complejo es el panorama de financiamiento a emprendimientos femeninos?

La realidad es que las grandes consultoras exponen la rentabilidad de todas las empresas que tienen equipos mixtos y en eso se están fijando los fondos de capital privado. En la medida que esto se pueda lograr y cuando por necesidad el fondeo se vaya por las mujeres, hay que levantar la mano, porque precisamente esto hará que el proceso se realice más rápido.

Pero así como hay hambre para invertir en la región, es necesario que surja apoyo del área privada y pública para lograr que México sea un ejemplo de emprendedores. Es necesario que haya instituciones como el Inadem, no por si era bueno o no, sino por contar con mecanismos que den fondos, apoyo, incentivos fiscales

Somos un parteaguas y podríamos ser un ejemplo de apoyo al emprendedor; hoy muchos unicornios vienen y nacen en el país, es necesario que se fomenten fondos de apoyo. Yo quise traer un programa llamado Barcelona Activa, una propuesta que apoyaba 100 por ciento a los emprendedores siempre y cuando la inversión y se quede ahí.

Es ideal tener algo así en nuestro mercado.

Como consejera de un banco global ¿qué sugeriría para que el sistema financiero adquiera una mayor perspectiva de género?

Ana Botín está absolutamente enfocada en los jóvenes y se declaró feminista; por otro lado, le gusta apoyar al emprendimiento. Se está trabajando por ello y estamos buscando impulsar con la Asociación de Bancos de México (ABM), y estoy segura que lo lograré, con Daniel Becker, presidente del organismo, hacer que se hagan estas iniciativas con perspectiva de género para apoyar al emprendedor. Lo estamos haciendo a escala global, pero estoy segura que lo haremos también en México, con la ABM y todos los demás bancos.

Como ciudadana ¿cómo visualiza el futuro para la mejora económica, social e incluso democrático de las mujeres?, ¿Cómo incidir en mejores políticas públicas de género?

Es la época de la colaboración contra la competencia, hay que hacerlo con el gobierno y las políticas públicas. Pero no sólo es hacer negocio y darles empleo, hay que hacer empresas de impacto.

Las generaciones de abajo van a buscar hacer inversiones de impacto y aquellas que ayuden a que el planeta sea un mejor mundo. Es ahí donde tenemos que poner atención

¿Qué significa para ti el 8 de marzo? ¿Cómo romper los techos más allá del mundo empresarial?

Que no llegamos a donde tenemos que llegar; hay que seguir luchando, poner un paro a la violencia.

Es un día, pero esto se tiene que hacer todos los días del año. Es un momento para concientizar que en los otros 364 que nos falta seguir caminando.

Mi aportación es Dalia Empower. Cuando cumplí 60 años le juré a mi esposo que me retiraba y hoy mi propósito es acompañar a todas las mujeres que pueda, mediante la educación, a lograr sus metas y propósitos personales y profesionales. Quiero llegar en 10 años a 100 millones de mujeres con este proyecto global. El día que no me toque estar en este mundo, quiero estar satisfecha de que alcancé esta meta.

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