“Netflix salió de una lluvia de ideas en un automóvil”

Marc Randolph, cofundador de la más grande plataforma mundial de streaming, explicó el nacimiento de la marca como una necesidad de mantenerse en el negocio del emprendimiento.

Tras una serie de prueba y errores, finalmente Randolph y Hastings lograron crear la plataforma como se conoce hoy en día.
Daniela García
Monterrey /

Pese a que se ha propagado la idea de que la plataforma más popular de streaming a nivel mundial, Netflix, nació de la idea de dejar de pagar “tarifas de recargo” por una entrega tardía a Blockbuster, lo cierto es que la marca nació de la necesidad de sus fundadores de mantenerse en el negocio del emprendimiento.

Marc Randolph, cofundador de Netflix, visitó Monterrey esta semana para participar en el Foro Eriac 2018.

Aunque el ejecutivo tiene poco que hablar con los profesionales de recursos humanos, su conferencia abordó el tema de la innovación dentro de las empresas.

Netflix, que actualmente tiene un valor de mercado de 100 mil millones de dólares, nació de una “lluvia de ideas” en un auto compartido, explicó Randolph.

Compartía viajes con quien compró la pequeña empresa donde trabajaba, y posteriormente esta empresa fue comprada por otra más grande. Los seis meses que estuvieron “entregando” la empresa, les sirvió para buscar una nueva idea que lanzar al mercado.

“Pensé: voy a usar este tiempo para hacer otra compañía. Él pensó lo mismo (Reed Hastings, el otro fundador de la empresa). Él quería permanecer en el mundo de las startups, y decidimos crear una idea juntos, él daría el financiamiento y yo lo haría funcionar. Todos los días, me recogía en mi casa, hacíamos 45 minutos de trayecto al trabajo y compartíamos ideas, pensábamos en las tendencias, en las nuevas tecnologías”, explicó.

De ahí nació, entre otras muchas, la idea de entregar DVD a domicilio, tanto en renta como en venta.

Finalmente, los creadores de Netflix optaron por decidir solo rentar las películas, preocupados de que los grandes competidores como Walmart y Amazon pronto empezarían a vender películas a domicilio igual que ellos, y se quedarían sin negocio en poco tiempo.

Eventualmente, detalló Randolph, debieron empezar a buscar nuevas ideas para el negocio: la tecnología estaba avanzando, los márgenes de ganancia debían crecer, y como era 1998, necesitaban aprovechar las nuevas tecnologías y oportunidades que el internet todavía en su infancia representaba.

Tras una serie de prueba y errores, finalmente Randolph y Hastings lograron crear la plataforma como se conoce hoy en día, y de boca en boca se fue pasando la voz de un servicio de streaming que, mediante una cuota mensual, permitía a los usuarios acceder a una lista “limitada” de películas por internet.

“Juntamos ideas, decidimos suscripción, pago mes por mes, y que pudieran rentar todo lo que quisieran. Hicimos las pruebas y... por alguna razón, funcionó. Despegó, y la gente empezó a contarle a sus amigos, y se quedaron. Dejamos de ser una startup y nos volvimos una compañía real”, recordó.

Hoy Netflix es la compañía de streaming más importante, con 125 millones de suscriptores a nivel mundial, creando incluso sus propios títulos.

Pero Randolph aseguró que, pese a que él vio el nacimiento de la misma, nunca esperó ni creyó trabajar en una empresa como Netflix.

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