El Grupo Consultor de Mercados Agricolas (GCMA) afirmó que la nueva norma oficial sobre alimentos de maíz que está en revisión por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) requiere de más análisis antes de su implementación, la que no ven como una tarea fácil.
En entrevista con MILENIO, Juan Carlos Anaya Castellanos afirmó que si la norma es para que la tortilla mexicana y sus derivados sean libre de organismos genéticamente modificados (ogm), éstas deberán tener equipo para certificar y entregar el alimento elaborado de harina o masa de nixtamal de maíz blanco.
En cuanto a qué sucede con el maíz amarillo nacional, Anaya Castellanos detalló que las harineras y molinos comprarán el grano en variante blanca tradicional de cosecha nacional, libres de ogm.
Afirmó que si la preocupación viene de que en ciertas regiones del país se importaba maíz blanco genéticamente modificado y se teme que todavía se tengan existencias o por sus características contamine zonas de producción, se requerirá de una entidad certificadora, equipo y personal capacitado que elabore certificados.
"Todo lo anterior no será fácil de aplicación y tendrá costos adicionales por que son análisis que tiene un alto costo (...). Considero que es una norma que requiere de más análisis y participación de toda la cadena, desde la producción y más de 100 mil tortillerías", añadió.
Este martes, la Secretaría de Salud mandó a la Conamer un anteproyecto para la implementación de la NOM 187, documento en el que prohíben el uso de maíz transgénico para el consumo humano en la tortilla y tostada mexicana, uno de los temas que ha sido más controversiales entre México y Estados Unidos.
AMP