Aunque en el primer trimestre de 2021, la actividad económica en todas las regiones de México tuvo una desaceleración en su ritmo de recuperación, tras el impacto por la pandemia del covid-19, el norte y las regiones centrales presentaron una menor tasa de crecimiento que el sur, debido a factores como el desabasto de gas natural y la escasez de semiconductores, informó el Banco de México (Banxico).
De acuerdo con el Reporte sobre las economías regionales enero-marzo 2021, entre finales de 2020 y principios de este año se presentó un recrudecimiento de la pandemia, lo que condujo a la implementación de nuevas restricciones para hacerle frente, a lo que se sumaron algunas disrupciones en el suministro de ciertos insumos industriales, particularmente del sector automotriz, así como una interrupción transitoria en el abasto de gas natural y electricidad a mediados de febrero en la región norte del país.
En este contexto, en todas las regiones se presentó una desaceleración en el ritmo de recuperación en el primer trimestre del año, pero el Banxico estima que el norte y las regiones centrales presentaron una menor tasa de crecimiento que el sur.
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Sur seguirá rezagado
Sin embargo, apuntó el banco central, a pesar de su mejor desempeño relativo en el primer trimestre de 2021, el sur, junto con el centro, continuarán presentando una mayor brecha respecto a los niveles de actividad registrados en el mismo periodo del año previo que las regiones norte y centro norte.
Hacia delante, el Banxico estima que la recuperación de la actividad productiva continúe en todas las regiones, aunque las fuentes de crecimiento podrían seguir siendo heterogéneas, pues aquellas regiones más vinculadas con la economía de Estados Unidos, como el norte y las centrales, seguirán beneficiándose de la importante recuperación que se anticipa en ese país.
En tanto, los proyectos de infraestructura que se están desarrollando en la región sur podrían continuar apoyando su recuperación y el avance en el programa de vacunación contribuirá a la reactivación del mercado interno y del turismo, lo cual podría favorecer una recuperación más sólida del centro y del sur.
Riesgos
No obstante, el proceso de recuperación no se encuentra exento de riesgos, como el desabasto de ciertos insumos industriales que podría continuar afectando la producción manufacturera; además, se desconocen las consecuencias más permanentes de la pandemia sobre las economías regionales, en particular sobre sus mercados laborales y la formación de capital humano.
A esto se suma la posibilidad de retrasos en la distribución o aplicación de las vacunas o un nuevo recrudecimiento de la pandemia, que implique la adopción de nuevas medidas para contenerla, así como la posibilidad de que continúen deteriorándose los indicadores de seguridad pública y que persista incertidumbre interna que afecte a la inversión.
En este entorno, el banco central resaltó que será importante que las regiones mantengan flexibilidad en la asignación de recursos para permitir los ajustes necesarios y que fortalezcan sus instituciones.
AMP