En la ciudad de Nueva York, a partir de hoy se comenzará a aplicar una serie de restricciones a los alquileres a corto plazo, lo cual es considerado por la plataforma de alojamientos turísticos Airbnb como una prohibición "de facto" a su actividad.
Con la nueva normativa todos los anfitriones están obligados a registrarse ante las autoridades locales, y además se prohíbe el alquiler de apartamentos enteros durante menos de 30 días cuando no estén presentes los dueños, algo común dentro de este tipo de negocios.
En junio, Airbnb demandó a la ciudad y consiguió que la entrada en vigor de las restricciones se retrasara unos meses, ya que estaba planeado que la normativa empezara a aplicarse el 1 de julio.
No obstante, una jueza desestimó la demanda el mes pasado, considerando que es "racional" que las autoridades controlen la legalidad de los apartamentos que ofrecen.
En un mensaje a través su página web, la plataforma de alojamientos turísticos lamenta que su demanda fuera desestimada, y recuerda a sus anfitriones que a partir de hoy tienen dos opciones: registrarse con las autoridades o aumentar el tiempo que ofrecen sus alojamientos a más de 30 días.
De acuerdo con The New York Times, la ciudad estima que unos 10 mil apartamentos de Airbnb en 2022 eran fraudulentos.
Como en otras ciudades del mundo con gran turismo, las autoridades de Nueva York explican que con esta proliferación de apartamentos turísticos, los precios de los alquileres suben para los residentes permanentes, lo que agrava la crisis de vivienda en la ciudad.
Aun después del anuncio, las acciones de Airbnb en la Bolsa de Valores de Nueva York ganaban 7 por ciento, media hora después de la apertura.
PNMO