El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se mostró favorable a una subida provisional de los impuestos a las empresas energéticas con el objetivo de financiar medidas que alivien a los consumidores, afectados de lleno por la escalada de los precios, que se ha visto acentuada por la guerra en Ucrania.
"A corto plazo (...) hay capacidad para aumentar el nivel de impuestos en ese sector y redirigir algunas de esas ganancias a medidas para amortiguar el impacto del alza de los precios de la electricidad en los consumidores", indicó Mathias Cormann durante un foro económico en Madrid.
"Esto se ha hecho en Italia y Rumanía" y "animamos a los gobiernos a considerarlo seriamente", en vista de los beneficios cosechados por los grandes grupos del sector, continuó el responsable de la OCDE.
Los precios de la energía aumentaron considerablemente en los últimos meses, impulsados por la fuerte demanda que trajo la reactivación de la economía tras la epidemia de covid-19. Esta dinámica se aceleró con fuerza tras el inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero, especialmente en la Unión Europea.
Para hacer frente a la situación, la mayoría de países europeos pusieron en marcha medidas para tratar de reducir la factura de hogares y empresas. Pero estas iniciativas tienen un pesado coste para las finanzas públicas, en Estados muchas veces fragilizados por una fuerte deuda pública.
En Francia, el gobierno evaluó en 22 mil millones de euros (unos 24 mil100 millones de dólares) el coste de las medidas destinadas a hacer frente a alza de los precios. En España, de su lado, debería estar entre los 10 mil y 12 mil millones de euros en 2022.
Para financiar estas medidas, varios países, como Italia, afirmaron estar considerando gravar las ganancias que obtengan los productores a raíz del aumento de precios. El gobierno español ya había anunciado una medida similar el pasado otoño, pero finalmente tuvo que revisar sus decisión ante las críticas de los gigantes del sector.
Más allá de las medidas a corto plazo, el secretario general de la OCDE juzgó necesario incrementar los esfuerzos para "garantizar la seguridad del suministro", especialmente en la Unión Europea, muy dependiente del gas y del petróleo rusos. "Es claramente un problema estructural", insistió.
La OCDE, que reúne al conjunto de países desarrollados, anunció a finales de febrero que había suspendido el proceso de adhesión de Rusia y cerrará su oficina en Moscú como represalia a la invasión rusa de Ucrania.
MRA