La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) instó a los países a elevar el gasto público y la inversión privada para aumentar la productividad agrícola, en un contexto en el que los precios de los productos básicos han aumentado y esto podría provocar que 19 millones de personas alrededor del mundo afronten condiciones de desnutrición crónica en 2023 y América Latina y el Caribe enfrenta grandes desafíos.
De acuerdo con el documento “Perspectivas Agrícolas 2022-2031", elaborado por la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para aumentar la productividad agrícola, es preciso incrementar el gasto público y la inversión privada en producción, tecnologías de la información e infraestructura y capital humano.
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Las organizaciones explicaron que los precios internacionales actuales son altos para la mayoría de los productos básicos agrícolas debido a la recuperación de la demanda tras el brote de la pandemia del covid-19 y las interrupciones resultantes del suministro y el comercio, que se han visto exacerbadas por la guerra en Ucrania.
Abundaron en que la guerra ya está teniendo un impacto considerable en los mercados agrícolas y de insumos, especialmente de cereales y semillas oleaginosas, de los que Rusia y Ucrania son exportadores clave.
América Latina y el Caribe
La OCDE y la FAO señalaron que la región de América Latina y el Caribe aún enfrenta grandes desafíos para reducir la inseguridad alimentaria y gran parte de esto emana de problemas de distribución de ingresos y no de la disponibilidad de alimentos en la región.
Señalaron que el crecimiento impulsado por las exportaciones ha hecho que el sector sea menos vulnerable a la inestabilidad macroeconómica dentro de la región, pero implica que la volatilidad en el mercado global y un enfoque renovado en las cadenas de suministro nacionales en muchas partes del mundo después de la pandemia podrían afectar sus perspectivas de crecimiento.
Así, se prevé que el crecimiento de las exportaciones de la región se desacelere en relación con el pasado reciente, en consonancia con un crecimiento más lento de la producción, pero también con el debilitamiento de la demanda mundial de importaciones; además, la región también enfrenta desafíos asociados con una mayor concentración de las exportaciones por destino, lo que expone la demanda de exportaciones a mayores riesgos de mercado.
FS