Ante la desaceleración que presenta la economía nacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) instó a México a hacer una evaluación seria y objetiva de lo hecho y lo que está por hacer para generar un país con mayor nivel de bienestar, así como a propiciar condiciones de certidumbre.
“La realidad se transforma y la podemos transformar siempre y cuando tengamos varios elementos, el primero de ellos es un diagnóstico serio, razonable y objetivo de la realidad, eso incluye reconocer las cosas que hicimos mal, pero también las cosas que se hicieron bien y sobre las cuales podemos construir”, indicó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría.
Durante su participación en el Seminario Perspectivas Económicas 2020, organizado por el ITAM, añadió que otro elemento indispensable es la voluntad del cambio, así como la capacidad de ejecución para, efectivamente, transformar esa realidad.
“Mientras más incertidumbre hay afuera, nosotros tenemos la obligación de generar más certidumbre con la parte que nos toca a nosotros, que son las políticas internas, la definición de las normas de las reglas para que México se vuelva no sólo el más importante destino del comercio y la inversión internacionales, sino, sobre todo, se vuelva un país en donde hay un mayor nivel de bienestar”, afirmó el funcionario de la OCDE.
México necesita reformas que generen crecimiento incluyente y sustentable
En este contexto, la OCDE instó a México a implementar políticas que generen un crecimiento más incluyente y sustentable, mediante el avance de cinco grandes vías paralelas: inclusión, productividad, integración, digitalización y sustentabilidad.
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“Estas son las cinco áreas en las que la OCDE considera que es urgente impulsar grandes reformas estructurales, ya sea con los cambios lanzados por previas administraciones o impulsando nuevas transformaciones”, afirmó.
El organismo explicó que México tiene de las desigualdades más altas de la OCDE y una de las más altas del mundo, pues de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 10 por ciento de los mexicanos más ricos recibe 36 por ciento del ingreso del país, mientras que 50 por ciento de la población recibe 20 por ciento de éste.
Además, cifras de la OCDE revelan que el ingreso promedio del 20 por ciento más rico es 10.3 veces mayor que el 20 por ciento más pobre y estas desigualdades se han convertido en un lastre para el crecimiento.
Ante estos datos, el organismo internacional instó a impulsar una reforma en el ámbito fiscal para reducir las desigualdades; una reforma para la inclusión laboral, la reducción de la informalidad y el aumento de los salarios; una reforma del sistema de pensiones para evitar una generación de viejos pobres; y una revisión de los programas para el combate a la pobreza, así como una mejora en la calidad del gasto y servicios públicos.
A esto se suma, añadió, que México sigue teniendo niveles muy bajos de productividad, debido en gran parte a altos niveles de informalidad, baja competencia, rezagos en infraestructura y baja inversión, lo que requiere un plan nacional para combatir estos problemas.
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En materia de integridad, el país sigue teniendo la percepción de corrupción más alta de los países de la OCDE, por lo que es necesario avanzar en la plena implementación del Sistema Nacional Anticorrupción, instituir la función ética, consolidar el servicio civil de carrera efectivo, así como incentivar una cultura de integridad.
Asimismo, México tiene que prepararse mejor para la transformación digital, mediante el mejoramiento de competencias, destrezas y habilidades, así como con la instalación de la Red Compartida y la reducción de las brechas digitales en zonas urbanas y rurales.
Por último, la OCDE destacó que México enfrenta importantes desafíos medio ambientales, por lo que necesita mejorar su infraestructura; alinear mejor los objetivos fiscales y presupuestales con objetivos climáticos; reconfigurar el sistema financiero hacia oportunidades climáticas de largo plazo; y replantear el financiamiento al desarrollo sostenible.
lvm