Unos 67 países, pertenecientes a la Organización Mundial del Comercio (OMC), apoyan una iniciativa, copatrocinada por Ecuador, Australia y Barbados, para reducir la contaminación con plásticos y hacer que la producción, uso y comercio de estos materiales sean más sostenibles.
A través de una rueda de prensa, el subdirector general de la OMC, Jean-Marie Paugam, destacó este apoyo a una iniciativa nacida hace un año y que busca "afrontar los crecientes costes medioambientales, sanitarios y económicos de la contaminación plástica", que se hacen, especialmente, patentes en los océanos.
Asimismo, señaló que el objetivo común de este diálogo es "reducir la contaminación plástica y promover una economía circular de este material."
"Si no actuamos ya, en 2050 el volumen total de los residuos plásticos superará incluso al de los peces, una razón que por sí sola ya debe motivarnos a actuar.", destacó el embajador australiano ante la OMC, George Mina, en la misma rueda de prensa.
El representante de Australia también alertó que, cada día, 8 mil millones de piezas de plástico llegan a los mares. De igual forma, señaló sobre el temor a que los microplásticos lleguen a la cadena alimentaria de los animales y la del ser humano.
"Las dimensiones del problema son enormes, y el sistema de comercio global tiene un importante papel que jugar para enfrentarlo.", subrayó, resaltando que es una de las primeras ocasiones en las que se tiene en cuenta, en el debate de la OMC, la relación entre los intercambios comerciales y el medio ambiente.
Por otra parte, su homólogo ecuatoriano, el exministro de Asuntos Exteriores José Valencia, insistió en que es necesaria "una acción coordinada para afrontar los costes medioambientales y económicos de la contaminación plástica".
"Tener en cuenta los retos ecológicos en el comercio internacional no sólo es éticamente correcto, sino que también es beneficioso económicamente.", aseguró Valencia.
AMT