En México se desperdician hasta 20 millones de toneladas de productos en tanto que en todo el país hay 27 millones de personas con carencia alimentaria.
El objetivo de los bancos de alimentos es rescatar aquellos productos que ya no pueden ser vendidos por estándares de calidad, pero que son óptimos para el consumo humano. Por ejemplo aquellos que están próximos a llegar su fecha de caducidad o tienen un proceso de sobremaduración.
Los bancos priorizan el proceso de captación -que se hace en alianza con la iniciativa privada- la selección, separación y entrega a sectores vulnerables para que los productos sean aprovechados y no terminen como residuos.
Uno de ellos es Alimentos de México a Compartir (AMA), una organización con un programa integral de atención para el desarrollo humano, que durante 2019 entregó 526 toneladas de alimentos perecederos y no perecederos impactando a 53 mil 628 personas, cerca de 300 familias cada día.