Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro presentó una demanda en la que exige a sus tenedores de bonos mil millones de dólares como indemnización por las pérdidas derivadas de un pacto entre sus deudores y la administración de Pemex durante 2017, al negarse a pagar sobornos.
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“La demanda alega que los Bonistas destruyeron la operación de Oro Negro y se tomaron sus activos, cinco plataformas petroleras de alta calidad al coludirse con el gobierno mexicano y Petróleos Mexicanos en el 2017, al iniciar investigaciones penales frívolas en contra de Oro Negro y Gonzalo Gil basadas en pruebas falsas y finalmente al tomar las plataformas”.
En la demanda presentada por Gonzalo Gil White, director y fundador de Oro Negro, ante la Corte federal de Nueva York, se señala que los acreedores de la compañía se coludieron con Pemex para llevarla a una situación financiera inviable y, con ello, tomar el control de las cinco perforadoras que daban servicios a la petrolera nacional.
En la demanda de 129 páginas la representación jurídica de Oro Negro, Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, LLP señala que los bonistas y Pemex “destruyeron a Oro Negro porque querían, y eventualmente lograron, tomar las plataformas; y Pemex buscaba vengarse de Oro Negro por su negativa a pagar sobornos como parte de lo que solía ser el sistema de pagar para jugar en México”.
La defensa de Oro Negro acusa que la demanda se refiere a hechos ocurridos durante la pasada administración federal en México. “Es importante decirlo, la actual administración ha estado llevando a cabo esfuerzos valiosos e históricos para perseguir la corrupción que por décadas invadió a México, incluyendo a Pemex”.
Oro Negro alquilaba sus plataformas a Pemex bajo cinco contratos. De acuerdo con las estimaciones de los propios bonistas, son activos valiosos, incluso sin los contratos de Oro Negro, pues cada una vale aproximadamente 150 millones de dólares.
Oro Negro tenía el mejor desempeño, incluyendo récord de seguridad, de cualquier compañía en la industria, se asegura en la demanda.
Sin embargo, los bonistas son fondos basados en Estados Unidos, Europa y Asia, que están liderados por John Fredriksen, una de las personas más poderosas de la industria petrolera, quien a través de Seadrill Limited, su compañía de exploración petrolera marítima, y David Martínez Guzmán, a través de Fintech Investments Limited, son socios en partes iguales de Seamex Limited.
Mientras que Martínez “parece estar bajo investigación del gobierno de Estados Unidos por financiar a la dictadura venezolana”, señala la defensa de Oro Negro.
Seamex, es el competidor más grande de Oro Negro y tiene los mejores contratos de la industria incluyendo porque tienen tarifas significativamente superiores, de mayor duración y que no contienen cláusulas que permiten la terminación unilateral, en contraste a los contratos de todos sus competidores, incluyendo Oro Negro.
La demanda de Oro Negro también se dirige en contra de Seadrill y Fintech, debido a que se les facilitó la entrega de las plataformas.
Derivado de ello, en 2017 Pemex redujo pagos y canceló dos contratos a Oro Negro, además de que se rehusó a pagar más de cien millones de dólares en facturas vencidas, lo que llevó a la prestadora de servicios a una crisis financiera que obligó a Oro Negro a iniciar un proceso de reestructura en México y Estados Unidos.
En la demanda se señala además que durante el 2017 y el 2018, los bonistas y Pemex “se coordinaron cercanamente y se coludieron para cancelar los Contratos de Oro Negro, decidir qué hacer con los contratos tras su terminación y qué hacer con las plataformas”.
Durante ese tiempo, tanto Pemex como Seadrill y Fintech, competidoras de Oro Negro, se coordinaron para que Seamex pudiera quedarse con los contratos de Oro Negro.
En 2018 la pasada administración de Pemex, entonces a cargo de Carlos Alberto Treviño, inició investigaciones penales “que buscaban asegurar las Plataformas y las cuentas bancarias de Oro Negro y encarcelar a sus administradores, con base en pruebas falsas”.
Además, “utilizaron esfuerzos como de película” para tomar las plataformas como contratar a un escuadrón de helicópteros y buscar la protección del gobierno mexicano para abordarlas por la fuerza.
La defensa alega que eso lo hicieron en flagrante incumplimiento de numerosas órdenes de cortes de México y de Estados Unidos que prohibían la cancelación de los Contratos de Oro Negro y cualquier esfuerzo de los bonistas para tomar las plataformas.
En 2017, Oro Negro denunció tener grabaciones que implican al ex director de Pemex, Emilio Lozoya en peticiones de sobornos.
"Los accionistas estadounidenses de Oro Negro tienen en su poder grabaciones que revelan, entre otras cuestiones, que altos funcionarios de Pemex, bajo la administración de Emilio Lozoya, así como otros funcionarios del Gobierno, a menudo recibían sobornos de otros contratistas de Pemex, por lo que se propuso destruir a Oro Negro por negarse a pagar dichos sobornos", se señaló en un documento difundido por Oro Negro a finales de 2017.
En marzo pasado, Oro Negro ganó a Pemex un juicio en el que reclamaba el cumplimiento de cuatro contratos.
El juez quinto de distrito en materia civil de la Ciudad de México dio la razón a Oro Negro al considerar que Pemex dio por terminado de manera injustificada los contratos de renta de las plataformas de perforación Primus, Laurus, Fortius y Decus a mediados del 2017, en medio de una negociación que llevó a la arrendadora a solicitar el concurso mercantil.
La pasada administración de Pemex argumentó que derivado de los recortes presupuestales de 2016 y 2017, cuando la crisis por la caída del precio del petróleo azotaron sus finanzas, debía dar por terminado los contratos de Oro Negro, pues había encontrado además una mejor oferta para realizar los mismos trabajos.
Oro Negro era proveedora de servicios integrados y diversificados de perforación en el Golfo de México.
GGA