De Warner Bros a fondos de pensiones: los que se hicieron más ricos con Joker

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La película protagonizada por Joaquin Phoenix ganó 1 mil 100 millones de dólares en ventas de taquilla y se realizó con un modesto presupuesto de producción de 55 millones de dólares.

El Joker fue interpretado por Joaquin Phoenix. (Especial)
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Nueva York /

El Guasón (Joker), el melancólico personaje del villano de Batman de DC Comics, está nominado para 11 Premios de la Academia este fin de semana, la mayor cantidad que cualquier otra película. Tal vez lo más importante para el productor Warner Bros -el estudio una vez dominante que se quedó detrás de Disney en el cine de superhéroes- El Joker se encuentra entre las películas de cómics más rentables de la historia.

La película con clasificación R (Mayores de 17 años) sobre un hombre con una enfermedad y homicida ganó 1 mil 100 millones de dólares en ventas de taquilla con un modesto presupuesto de producción de 55 mdd, lo que sorprendió a los ejecutivos de Hollywood. El analista de ComScore Paul Dergarabedian dijo que El Joker fue “uno de los resultados más inesperados” para cualquier película que haya visto en una carrera de 30 años en el seguimiento a la taquilla.

Pero Warner Bros no es el único que aprovechó el improbable éxito de taquilla. Otros que se beneficiaron incluyen: fondos de pensiones canadienses, fondos de inversiones, compañías de seguros y un par de ex banqueros de inversión.

El hecho de que los financieros ganaron una buena parte del botín del Joker subraya la timidez en algunas partes de Hollywood, donde los principales estudios se abstienen de tomar grandes riesgos, esencialmente cualquier cosa que quede fuera del universo de secuelas y películas de franquicias bien establecidas. Lo que Hollywood alguna vez ridiculizó como “dinero tonto”, en una medida creciente, ahora financia algunas de las apuestas creativas más audaces de Hollywood.

El director de El Joker, Todd Phillips, cuyos créditos incluyen comedias como ¿Qué pasó ayer? (The Hangover), quería hacer un homenaje oscuro al cine de la década de 1970 como Taxi Driver, trazando un paralelismo entre el Guasón y la psique de los asesinos en masa de la vida real.

Phillips tardó un año en convencer a Warner Bros para que se enrolara con la controvertida película. “Hubo correos electrónicos sobre: ‘Te das cuenta de que vendemos pijamas del Guasón en Target’”, dijo Phillips a Los Angeles Times. Warner Bros solo estuvo de acuerdo al compartir el riesgo con dos cofinanciadores, Bron Creative y Village Roadshow, que aportaron aproximadamente 20 por ciento del presupuesto de producción cada uno.

“Se suponía que costaría alrededor de 100 millones de dólares en EU”, dijo Mooky Greidinger, director ejecutivo de Cineworld, el mayor propietario de cines en Norteamérica. “Y de repente llega y hace mil millones de dólares en todo el mundo. Es una locura”.

Los inversores externos han estado financiando películas desde hace un siglo, se remonta al magnate Howard Hughes en la década de 1920. Pero dentro del negocio, a veces han sido presentados como tontos ingenuos y derrochadores, enamorados de Hollywood, que subestiman lo impredecibles que son las ventas de películas. Seleccionar de proyectos a menudo rechazados por grandes estudios era una desventaja adicional.

La práctica se ha caracterizado por individuos ricos con afinidad por el cine. Multimillonarios como James Packer de Australia, Len Blavatnik, el inversor nacido en Ucrania, el actual secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin, el financiero de capital privado Thomas Tull y el fundador de eBay, Jeff Skoll, han ampliado su repertorio hacia la industria cinematográfica.

Ha habido oleadas de entusiasmo. En la década de 1990, los fondos alemanes aprovecharon una laguna fiscal para comprar en Hollywood. Luego, Wall Street se apiñó durante la década del 2000, cuando el fundador de Relativity Media, Ryan Kavanaugh, cortejó a los banqueros con acceso a celebridades. Entre 2005 y 2008, los fondos de cobertura y los grupos de capital privado invirtieron aproximadamente 12 mil mdd en películas de estudio, de acuerdo con los datos de la Universidad del Sur de California.

Después de la caída del mercado, los inversionistas chinos ingresaron, con gigantes como Tencent, Alibaba y Dalian Wanda invirtiendo dinero en efectivo.

Pero ahora el dinero chino se secó. Los principales estudios hacen menos películas, y todavía menos cuando se trata de películas que no estén vinculadas a las franquicias existentes. No quieren permitir que los inversores externos participen en esas películas, porque quieren mantener sus ganancias esperadas. Pero para otras películas, como dramas para adultos, los estudios están interesados en cubrir su riesgo.

Entonces, ¿quiénes son los afortunados inversores que obtuvieron un pedazo de El Joker?

Jason Cloth era un banquero de inversiones que incursionó en el entretenimiento a través de un préstamo improvisado a un mánager del cantante canadiense The Weeknd.

El inversionista de 53 años, que hace sus apuestas de Hollywood desde una oficina en el centro de Toronto, tiene un escepticismo saludable hacia el financiamiento de películas. “Se hacen 50 mil películas cada año. Tal vez 800 en total que llegarán a las salas de cine. Y dentro de eso, tal vez hay un par de cientos en las que te gustaría participar. Así que tengo que preocuparme por cómo obtener una parte de esas 200”.

Creative Wealth Media de Cloth obtiene dinero de inversores institucionales como fondos de pensiones y fondos de inversión. El grupo formó una empresa conjunta con la productora Bron Studios en 2016 de nombre Bron Creative. Bron Creative firmó un acuerdo de 100 millones de dólares con Warner Bros en 2018 para financiar una lista de películas, así fue cómo se involucró en El Guasón.

El otro financiador de El Guasón, Village Roadshow, que financia películas de Warner Bros desde hace décadas, está controlado por Vine Alternative Investments, un gestor de activos con sede en Nueva York que se enfoca en la industria del entretenimiento y el grupo de capital privado Falcon.

El director ejecutivo de Vine, James Moore, un ex banquero de inversiones de JPMorgan, dijo que notó que “había una alta correlación entre cómo funcionaban los activos de entretenimiento y cómo funcionan otros activos en los mercados financieros”.

“Eran flujos de efectivo duraderos a largo plazo que podían medirse con un alto grado de precisión, y se podía gestionar el riesgo si son administrados adecuadamente”, dijo Moore al Financial Times.

Vine compra bibliotecas de películas y programas de televisión antiguos, que Moore dijo que son atractivos porque la demanda de entretenimiento de los consumidores “no se ve muy afectada por recesiones, acontecimientos del mercado de capitales u otros factores exógenos”.

En retrospectiva, los ejecutivos de Warner Bros pueden estar dándose golpes en la cabeza por dar a los inversores externos una parte de las considerables ganancias de El Guasón. Pero la gran mayoría de las veces cuando los estudios buscan socios de cofinanciamiento, compartir el riesgo es la estrategia correcta, dijo Tom Ara, copresidente de la práctica de entretenimiento del bufete de abogados DLA Piper en Los Ángeles.

“Las películas basadas en propiedad intelectual nueva y no demostrada conllevan un riesgo financiero significativo que los estudios comparten prudentemente con socios financieros externos”, dijo Ara. “Cuando se trata de predecir si una película será un éxito, como dijo William Goldman: ‘Nadie sabe nada’”.

Warner Bros no quiso hacer comentarios.

El Guasón se puede comparar con la película Avatar de hace una década: otro éxito de taquilla en el que los socios de cofinanciamiento ganaron mucho dinero. El director James Cameron pasó años tratando de convencer a Fox de financiar su película futurista de ciencia ficción con extraterrestres generados por computadora.

Fox, que se había sentido frustrado por el gasto creciente de Cameron en su colaboración anterior, Titanic, finalmente estuvo de acuerdo en financiar Avatar. Pero solamente con la ayuda de dos grupos de capital privado, Dune Entertainment, de Mnuchin, e Ingenious Media, que asumieron un 60 por ciento del riesgo financiero.

Avatar pasó a romper el récord mundial de ventas de taquilla.

lvm

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