Outsourcing provoca evasión fiscal e impacta en bienestar laboral, advierte el CIEP

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria señaló que la propuesta de reforma en la materia amerita un replanteamiento de la manera que se regula y fiscaliza esta forma de contratación.

Los trabajadores subcontratados gozan de menor estabilidad laboral, mayores jornadas laborales y horas de trabajo no remuneradas (Agencia enfoque)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advirtió que la subcontratación, también conocida como outsourcing, puede utilizarse como una forma de evasión fiscal e impacta en el bienestar laboral de las personas empleadas bajo este régimen, por lo que la propuesta de reforma en la materia amerita un replanteamiento de la manera que se regula y fiscaliza esta forma de contratación.

De acuerdo con el CIEP, durante los últimos años, un creciente número de personas se ha empleado mediante esquemas de subcontratación; entre 2003 y 2018, el porcentaje de personal ocupado contratado bajo estos esquemas pasó de 8.6 a 17.3 por ciento.

No obstante, algunos contribuyentes utilizan la subcontratación para evadir impuestos y algunas empresas optan por este esquema para reducir el pago de las cuotas obrero-patronales de forma indebida.

El centro de investigación puntualizó que, en 2018, las agencias de empleo temporal y las firmas dedicadas a servicios de suministro de personal permanente pagaron 6 mil 862 millones de pesos en contribuciones patronales a regímenes de seguridad social, esto representa 1.9 por ciento de lo ingresado por cuotas a la seguridad social en el mismo año.

Explicó que si la tasa de evasión por este concepto fuera de 20 por ciento, similar a la prevalente en el pago de Impuesto sobre la Renta (ISR) en personas morales, la recaudación perdida habría sumado mil 715 millones de pesos.

Por otro lado, los trabajadores subcontratados gozan de menor estabilidad laboral, mayores jornadas laborales y horas de trabajo no remuneradas, así como menor seguridad en los espacios de trabajo y deterioro de la salud física y mental de los empleados.

En México, apuntó el CIEP, el personal que trabaja bajo esquemas de subcontratación, podría perder, en promedio, entre 41 y 58 mil pesos anuales en remuneraciones y entre 2 y 3 mil pesos en prestaciones, como consecuencia de la tercerización de sus labores.

lvm

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