A un año de la entrada en vigor del Plan contra la Inflación y la Carestía en México (Pacic), tanto los organismos de la agricultura como los pequeños comerciantes, ven fallos grandes en su implementación que han ocasionado que sea insuficiente para lograr sus metas.
Como una forma de contrarrestar los altos niveles de inflación en el país, el 4 de mayo del 2022 se lanzó el Pacic, que consiste en la implementación de una serie de medidas como estabilizar el precio de los 24 productos de la canasta básica.
Pero para el Grupo Consultor de Mercados Agricolas (GCMA) esta medida no debe limitarse únicamente a la contención de precios por parte de los productores y eliminación de aranceles para el ingreso de producto extranjero, ya que los costos de los insumos y costos de producción en algunos casos se trasladan a lo largo de la cadena, pero no siempre con la misma magnitud.
Ejemplificaron que cuando un bien agrícola sube de precio, ya sea porque es más caro producirlo o porque la oferta se reduce, el precio al consumidor final puede incrementar en un porcentaje mayor al costo del producto vendido a primera mano.
"La labor del gobierno -neoliberal o no- es vigilar el correcto funcionamiento de mercados y, en caso de ser necesario intervenirlos. La intervención puede ser a través de investigaciones o supervisiones a los actores de la cadena para verificar que no abusen del consumidor. La apertura comercial para que productos competitivos entren a menor costo para el consumidor, pero requiere de supervisión para evitar acaparamiento, y políticas monetarias autónomas", afirmó el grupo.
Afirmó que el fallo del Pacic y Apecic es que el gobierno federal no cuenta con personal suficiente y capacitado para llevar a cabo la supervisión y en su caso sanción a los actores que los integran, por lo que estos pueden abusar del poder que tiene sobre productores y consumidores finales.
Por su parte, el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, fue contundente al decir que “tenemos que poner el dedo en la llaga y señalar que el Pacic no ha resultado ser una política pública eficaz, los productos de esta canasta hoy son más caros, es un hecho irrefutable”, a través de un análisis propio que establecieron el grupo de los pequeños comerciantes.
De acuerdo con un análisis de México, ¿Cómo vamos?, para que este programa fuera considerado exitoso debería observarse una contención en la evolución del nivel de precios de los 24 productos de primera necesidad; sin embargo, la Anpec señaló en abril pasado que la canasta Pacic tenía un costo promedio de 953.80 pesos; seis meses después, en octubre, alcanzó un costo promedio de 1018.33 pesos, es decir, 64.53 pesos más caro.
Para enero del 2023 costaba mil 100.08, 81.75 pesos más cara, con un aumento de 8.03 en su precio.
“Este programa, Pacic inicial, se proyectó a seis meses y el 3 de octubre de 2022 volvió a ser lanzado ante los marginales y nulos resultados obtenidos. A tres meses del Pacic II, ya en enero del 2023, por vía administrativa, fue nuevamente lanzado con un decreto a un año de duración, hasta diciembre de 2023, sumando 100 productos más a la canasta Pacic, diluyendo de alguna manera su carácter esencial y restando el punch político con el que fue anunciado inicialmente”, señaló la Anpec.
“Si no consiguió atemperar los precios de 24 productos, ¿cómo lograrlo entonces con 100 productos más? Con esto, el Pacic pierde el foco y diluye su compromiso, optando por un manejo administrativo del programa, despersonalizándolo como política pública de nuevo cuño con el que fue lanzado originalmente”, comentó Rivera, presidente de la Anpec.
Lo que contrasta con la información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que señala que 10 por ciento de los hogares con menores recursos en el país destinan una mayor proporción de su gasto a la adquisición de alimentos, que son precisamente los bienes con las mayores presiones inflacionarias.
“En contraste, 10 por ciento de los hogares con los mayores ingresos destinan más recursos a servicios como la educación y mantenimiento de vehículos, los cuales han registrado menores tasas inflacionarias”.
AMP