La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que en los países que conforman el organismo podría haber 35 millones de personas iniciando y gestionando nuevos negocios (emprendedores), pero están desaparecidos; de estos posibles empresarios, tres cuartas partes son mujeres, la mitad tiene más de 50 años y uno de cada ocho tiene menos de 30 años.
“La falta de diversidad en el espíritu empresarial es una oportunidad perdida para crear empleo y crecimiento a raíz del covid-19. Más financiamiento, inversión en habilidades y apoyo para las diversas necesidades de diferentes emprendedores son fundamentales para crear igualdad de oportunidades para aquellos que aspiran a administrar su propio negocio", refirió el Secretario General Adjunto de la OCDE, Yoshiki Takeuchi.
De acuerdo con el reporte “Los emprendedores desaparecidos 2021”, si estos 35 millones de emprendedores no estuvieran desaparecidos, habría 40 por ciento más personas comprometidas con el espíritu empresarial en fase inicial en los países de la OCDE, pero las oportunidades están perdidas por factores como dificultades para acceder al financiamiento, brechas de habilidades, redes poco desarrolladas y barreras institucionales; por ejemplo, falta de cuidado infantil y actitudes sociales desalentadoras.
La OCDE señaló que durante el período 2016-2020, 9 por ciento de las mujeres en los países de la OCDE estaba iniciando y administrando nuevas empresas, en comparación con el 13 por ciento de los hombres. Estas brechas de género son causadas por varios factores, incluidas las barreras en los mercados financieros, las brechas de habilidades y las condiciones institucionales que afectan las motivaciones.
No obstante, aunque las mujeres son las que han resentido el impacto en el emprendimiento, los inmigrantes, los jóvenes, las personas mayores y los desempleados también presentan obstáculos para iniciar un negocio.
Acciones
Ante esta situación, la OCDE consideró tres prioridades para que los gobiernos trabajen en acciones que impulsen el emprendedurismo; la primera, aumentar el financiamiento para las empresas emergentes; en particular las microfinanzas diseñadas para personas que enfrentan barreras en los mercados financieros convencionales, incluidas mujeres, jóvenes e inmigrantes.
Segunda, los emprendedores necesitan mejores programas de habilidades para apoyar sus aspiraciones y aumentar las posibilidades de que desarrollen negocios sostenibles, incluso en educación financiera, habilidades digitales y visión para los negocios.
Las brechas de habilidades en estas áreas suelen ser mayores entre los empresarios de grupos subrepresentados y desfavorecidos. Un mayor uso del coaching puede abordar estas brechas mejorando la relevancia del apoyo a las necesidades individuales, particularmente a aquellos que enfrentan barreras a los programas de capacitación.
Tercera, apoyo personalizado, pues las evaluaciones suelen encontrar que los esquemas de apoyo personalizada tienen tasas de aceptación más altas, altos niveles de satisfacción y resultados más positivos que los esquemas de apoyo general.
srgs