Petróleos Mexicanos se colocó como el principal ganador de la primera licitación de la Ronda 3, al conseguir siete de los 16 contratos adjudicados para la explotación de gas e hidrocarburos en aguas someras del Golfo de México, contratos que, de tener éxito en la exploración, generarán una derrama económica hasta de 8 mil 600 millones de dólares al alcanzar su máxima producción.
La primera licitación de la Ronda 3 estuvo integrada por 35 áreas bajo la modalidad de contrato de producción compartida en las cuencas de Burgos, Tampico-Misantla-Veracruz y Cuencas del Sureste.
Mediante la subsidiaria Pemex Exploración y Producción, la empresa productiva del Estado ganó cuatro bloques en las cuencas del Sureste: dos en consorcio con la francesa Total, uno con la anglo-holandesa Shell y uno individual.
Pemex también obtuvo tres bloques en la Cuenca Tampico-Misantla-Veracruz: dos en asociación con la Compañía Española de Petróleo (Cepsa) y la alemana Deutsche Erdoel AG y una más solo con Cepsa.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, expresó que con los resultados obtenidos por Pemex se cumple uno de los objetivos de la reforma energética: internacionalizar a la empresa y que se asocie y se beneficie de compartir riesgos.
El titular de la Sener calificó de exitosa la Ronda 3.1, con 16 campos adjudicados, con lo que suman 107 contratos en la totalidad de las fases, todos en condiciones favorables para el Estado, pues en promedio la participación de éste en las posturas ganadoras fue de 45.8 por ciento.
Coldwell apuntó que se tiene la firme convicción de que el trabajo es correcto y debe continuar, porque representa inversión, miles de empleos y la oportunidad de revertir la decreciente producción petrolera.
Frente al cambio de administración, el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, declaró: “Los contratos están plenamente garantizados por la Constitución y el marco legal; no es posible cancelarlos o rescindirlos salvo por las causas estrictas que están en la Ley de Hidrocarburos”.
Entre las causas por las que se puede rescindir un contrato están: que se abandonen las inversiones, que no se cumpla con los trabajos mínimos y que exista un desastre ambiental atribuible al contratista; “son muy específicas las causas y solo son ésas. No hay forma de rescindir y cancelarlos más allá de lo que señala la ley”, señaló Zepeda.
Los licitantes se comprometieron a abrir nueve pozos adicionales. Zepeda estimó que cada uno requerirá un mínimo de inversión de 45 millones de dólares, que en conjunto sumarán 442 millones.
Aunado a los nueve pozos, se comprometieron montos en efectivo por 124 millones de dólares. Adicionalmente, los contratistas tributarán a través de la cuota contractual para la fase exploratoria, una regalía básica, el impuesto por las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, y el impuesto sobre la renta. Considerando estos elementos, el Estado recibirá en promedio 72 por ciento del valor de las utilidades de los proyectos.
De la Ronda 3.1 destaca que de la Cuenca de Burgos, que comprendió 14 áreas contractuales, se adjudicaron las 5 y 12 a la española Repsol, de donde se prevé extraer aceite ligero, gas húmedo; en tanto que la inglesa Premier Oil Exploration obtuvo el contrato para explorar la zona 13 en campos de aceite ligero y gas húmedo.