Moody's baja también perspectiva de Pemex

La agencia calificadora dijo que el ajuste refleja las expectativas que tiene sobre el flujo negativo de efectivo de la petrolera, a pesar de los esfuerzos del gobierno para reducir sus costos y aumentar su capital.

Pemex.
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

Luego de que cambió la perspectiva de México de estable a negativa, la agencia Moody’s Investors Service hizo lo mismo con la perspectiva de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero ratificó las calificaciones de largo plazo en escala nacional y global, en Aa3.mx y Baa3, respectivamente, así como el rating de corto plazo en escala nacional en MX-1.

No obstante, Moody’s, redujo la evaluación del riesgo crediticio base (BCA, por su sigla en inglés) de Pemex, que refleja su fortaleza crediticia intrínseca, de b3 a cca1, debido a sus expectativas de continuidad del flujo de efectivo libre negativo en la empresa productiva del Estado y de la tendencia de disminución de las reservas probadas, a pesar de los esfuerzos por reducir costos e impulsar las inversiones de capital.

“Cambiamos la perspectiva a negativa de manera consistente con el cambio de la perspectiva de México, debido a la extrema importancia de la fortaleza financiera y apoyo del gobierno para las calificaciones de Pemex de Aa3.mx/ Baa3”, indicó Pete Speer, un vicepresidente senior de Moody’s.

En un comunicado, la agencia indicó que el cambio en la perspectiva de Pemex coincide con el cambio en la de México, dada la importancia de la fortaleza crediticia y apoyo del gobierno soberano.

Explicó que la perspectiva a negativa de las calificaciones A3 de México fue motivada por el debilitamiento del marco de política en dos aspectos clave, con potenciales implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda.

Primero, políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. 

Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Pemex, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo.

MRA

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