Con la prohibición de la comercialización, distribución y entrega de productos con plásticos de un solo uso, los principales proveedores de la resina para su elaboración, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la empresa Braskem Idesa, buscarán diversificar sus clientes para evitar un impacto y que estos polímeros puedan ser utilizados en otros sectores.
Pemex y Braskem Idesa son los dos proveedores nacionales de polietileno y polipropileno, principal materia para la elaboración de bolsas y plásticos de un solo uso, productos que se verán afectados por su prohibición, debido a la entrada en vigor de la ley de residuos sólidos, el próximo 1 de enero en Ciudad de México.
La gerente de Desarrollo Sustentable de Braskem Idesa, Mariana Albarrán, explicó que la firma tiene diversificados sus clientes para el polietileno de alta y baja densidad, porque además de los envases y embalajes, los productos van para la industria médica y el sector automotriz.
“Sí veremos disminuido el consumo de este tipo de resina para la fabricación de estos productos, pero entendemos que habrá un balance y esta materia prima será aplicada para la fabricación de otro tipo de productos flexibles, reutilizables o productos con contenido de material reciclado, como bolsas para apoyar la transición mientras estén prohibidas las bolsas plásticas para el acarreo que se da en las tiendas departamentales y autoservicio”, detalló.
Albarrán dijo que el impacto es holístico porque el no dejar claro qué tipo de bolsa queda incluida en la prohibición se reflejará en toda la cadena de valor: productores y fabricantes de la materia prima, el sector de la transformación e incluso en la tiendas que ofrecen estos productos para brindar un mejor servicio, así como la sociedad que tendrá que utilizar otro tipo de bolsa para contención de la basura, que es el segundo uso que se le da a las bolsas de plástico.
De acuerdo con el asesor y analista de la industria energética Ramsés Pech, la producción de estas resinas por parte de Pemex se puede tratar de colocar en otra industria, como la espacial, electrónica y automotriz, por lo que no habrá impacto en las ventas de la empresa productiva del Estado.
Pech recordó que México es deficitario en estos polímeros y el país es el sexto principal productor de automóviles y líder en producción de pantallas planas, por lo que incluso se requiere una mayor cantidad de materia prima para hacer plásticos rígidos para este tipo de aplicaciones, y ahí es donde pueden entrar ambas compañías.
La Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac) señala que México importa 2 millones de toneladas de polietileno, de los que 70 por ciento llega de Estados Unidos porque México es deficitario en este material, en el que son necesarios 3 millones de toneladas anuales para empaque, envase y embalaje, de los que 500 mil toneladas son para su consumo en Ciudad de México.
El presidente de la Anipac, Aldimir Torres, señaló que nunca habían tenido un año de contracción económica en su industria, que registró en los últimos años crecimientos por arriba de 4 por ciento; sin embargo, en 2018 tuvieron un crecimiento negativo.
“La repercusión no solo es en la parte económica sino también en lo social, porque se podrán afectar hasta 100 mil empleos de manera directa.
“Hoy tenemos un buen número de compañías que están trabajando al 10 o 15 por ciento de su capacidad y otras han cerrado. La reducción en el volumen de ventas de Pemex puede llegar a afectar hasta dos dígitos”, aseguró Torres.
El país ocupa la octava posición mundial como productor de plástico, pero la industria ha sido lastimada con leyes que solo buscan prohibiciones porque es más fácil hacerse a un lado que garantizar soluciones, afirmó el presidente de la Anipac.
Pemex, principal factor de riesgo
El economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano, consideró que Pemex sigue siendo el principal factor de riesgo para las finanzas públicas, pues representa una parte importante de deuda pública y, por ello, la única forma viable de estimular su crecimiento y atraer inversión es cambiar su modelo de negocio para atraer capital privado y la apertura a las asociaciones entre privados (farmaouts).
Dijo que Pemex tiene una importancia central para las finanzas públicas, pues su deuda representa alrededor de 20 por ciento de la del gobierno federal.