El sistema de pensiones mexicano se mantiene entre los más débiles de América Latina y del mundo colocándose en el lugar 35 de 39 que comprenden Índice Mundial de Pensiones MERCER CFA 2020, de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP).
De acuerdo con el reporte que evalúa los sistemas de pensiones de 39 países, Latinoamérica tiene importantes desafíos en esa área ya que en general todos los países presentaron retrocesos y México solo se mantiene por encima de Argentina entre los más deficientes de la región dentro de la categoría D.
En contraste, Chile ocupa la décima tercera posición global con 67 puntos de 100 posibles, se encuentra entre los países en categoría B. Más atrás en la categoría C están Colombia en la posición 21, con 58.5 puntos; Perú en el lugar 24, con 57.2 puntos; y Brasil en el 26 con 54.5 puntos.
México se encuentra en la categoría D entre los sistemas de pensiones más deficientes, superando apenas a Filipinas, Turquía, Argentina y Tailandia, cuyas naciones integrantes cuentan con un sistema de pensiones que tiene algunas características deseables, pero también tiene importantes debilidades, así como omisiones que deben abordarse. Sin estas mejoras, su eficacia y sostenibilidad están en duda.
Agregó también que el impacto económico por el covid-19 intensifica las presiones financieras sobre los sistemas de pensiones en los países, que ya estaban enfrentando dificultades con el envejecimiento de su población, la informalidad, el aumento en el gasto y endeudamiento público y reduciendo así la capacidad de futuros gobiernos para apoyar a la población de mayor edad.
“Se trata de una recesión económica que ha aumentado el desempleo, la informalidad y la independencia laboral y ha reducido las contribuciones a la seguridad social e impuestos; bajas tasas de interés y un rendimiento reducido de las inversiones de los fondos de pensiones; y autorizaciones masivas de retiros de ahorros obligatorios en algunos países”.
En el caso específico de México, FIAP propone introducir el requisito de que parte del beneficio de jubilación de los planes privados de pensión, que debe tomarse como un flujo de ingresos; mejorar los requisitos de gobernanza para el sistema de privado de pensiones, incluyendo la necesidad de niveles mínimos de capitalización en los planes de beneficios definidos, así como mejorar el nivel de comunicación requerido con los afiliados con las Afore.
MRA