La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo sus perspectivas de crecimiento económico para México en 2022; sin embargo, espera una inflación menor a la que actualmente vive el país.
De acuerdo con el documento “Perspectivas Económicas 2022”, el organismo internacional estima para este año el producto interno bruto (PIB) aumentará 1.9 por ciento, por debajo del estimado que tenía el pasado febrero de 2.3 por ciento; para 2023 las proyecciones pasaron de 2.6 a 2.1 por ciento.
Pero prevé que la inflación se sitúe en una tasa anual de 6.9 en 2022 y descienda hasta 4.4 por ciento en 2023, esto por debajo del 7.68 por ciento que registra al mes de abril.
Esperan que la inflación baje en la medida que surta efecto el impacto de las tasas de interés más altas y se limiten las presiones salariales.
La OCDE apuntó que la turbulencia geopolítica, producto de la invasión rusa en Ucrania, generó una nueva fuente de incertidumbre para la economía mexicana, pues si bien los lazos comerciales y financieros con los países en conflicto son débiles, las exportaciones se verían afectadas indirectamente, principalmente a través de la economía estadunidense.
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Además, los aumentos globales en los precios de las materias primas también se suman a las presiones inflacionarias existentes y aunque las medidas de desgravación fiscal y los créditos fiscales generalizados están amortiguando el impacto del aumento de los precios de la energía, las tasas de interés más altas en los mercados financieros globales aumentarán los costos de financiamiento soberano de México.
Del lado positivo, señaló la OCDE, la economía mexicana se verá favorecida por el consumo, que a su vez se verá respaldado por la mejora gradual del mercado laboral, las remesas y la creciente proporción de la población vacunada; además, las exportaciones seguirán beneficiándose de una profunda integración en las cadenas de valor mundiales y una recuperación gradual del turismo y los proyectos de infraestructura pública beneficiarán la inversión.
Sin embargo, apuntan, que las perspectivas de inflación siguen siendo muy inciertas, ya que puede ser más alta por más tiempo, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, y requiriendo un mayor endurecimiento de la política monetaria.
Riesgos
La OCDE advirtió que si aumentan los contagios, la movilidad podría disminuir, dificultando la actividad económica; además, los episodios de volatilidad financiera pueden desencadenar una mayor aversión al riesgo, reducir las entradas financieras netas y aumentar los costos de financiamiento.
En este contexto, el organismo considera que reanudar la inversión y aumentar la productividad son prioridades clave para México, así como mejorar las regulaciones comerciales a nivel subnacional, al reducir las cargas administrativas y los costos monetarios para iniciar y formalizar empresas, pues esto ayudaría a aumentar la inversión y la creación de empleo formal.
Asimismo, agregó, asegurar que las autoridades y los reguladores de competencia independientes cuenten con suficiente presupuesto para llevar a cabo sus funciones, también impulsaría la competencia y la productividad, y asignar más recursos a la educación primaria mitigaría los efectos adversos que tuvo la pandemia en los resultados educativos.
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