Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cerraron el tercer trimestre con resultados positivos; sin embargo, en lo que va del año arrastran pérdidas conjuntas que superan los 60 mil millones de pesos.
Según su reporte financiero, Pemex ganó 26 mil 771 millones de pesos durante el tercer periodo del año; no obstante en el acumulado de enero a septiembre tiene una pérdida de 23 mil 90 millones de pesos.
En tanto, CFE consiguió una utilidad de 2 mil 58 millones de pesos en el tercer cuarto del año, lo que no le alcanzó para sanear sus números, toda vez que arrastra una pérdida de 37 mil 807 millones de pesos.
En su consolidado del tercer trimestre, Pemex enfatizó en que no tiene control sobre las políticas internas del gobierno federal en cuanto al control de precios adicionales que puede establecer, por lo que la imposición de precios puede afectar sus resultados de operación.
En el reporte se indica que los ingresos totales de la empresa productiva del Estado ascendieron a 439 mil 149 millones de pesos, un incremento de 109 mil 49 millones de pesos, es decir, 33 por ciento respecto al mismo periodo de 2017;.
Algunos factores por los que las calificadoras han mostrado preocupación tienen que ver con la fuerte carga fiscal de Pemex, su monto total de endeudamiento, incremento de la deuda, declinación natural de campos, menor calidad de crudo, así como la falta de reserva para las pensiones de jubilados y primas de antigüedad, que al 30 de septiembre pasado asciendían a 1.3 billones de pesos.
El consolidado del tercer trimestre de 2018 elaborado por la petrolera destaca que Moody’s cambió la perspectiva crediticia de estable a negativa como consecuencia de la incertidumbre que se vive sobre la estrategia futura de la empresa, aunado al deterioro que ha mostrado su perfil crediticio individual.
“Una reducción adicional a la calificación de Pemex podría tener consecuencias adversas en su capacidad para acceder a los mercados financieros o el costo de financiamiento (…) que podría limitar su capacidad para invertir en proyectos productivos financiados con deuda, así como sus obligaciones de pagos con sus acreedores”, dice el reporte.
Agregó que los auditores externos han indicado en su dictamen que existen dudas sobre la capacidad de Pemex para continuar como negocios en marcha como consecuencia de las pérdidas netas recurrentes, su capital de trabajo negativo y patrimonio negativo al 30 de septiembre.
En tanto, la CFE señaló en su reporte que el resultado positivo que obtuvo durante el tercer trimestre de año se explica en parte por el incremento en los ingresos registrados, con un aumento anual de 24 mil 17 millones de pesos, es decir, 20 por ciento.
La compañía de electricidad explicó que el aumento de los ingresos derivó, principalmente, de mayores ventas por concepto de energía eléctrica, al reconocimiento parcial del subsidio a las tarifas eléctricas para usuarios finales otorgado por el gobierno federal y por un alza en venta de combustibles a terceros.
Estrategia energética
Por su parte, Manuel Bartlett, próximo titular de la Comisión Federal de Electricidad, aseguró que recibe la dependencia “profundamente endeudada”, por lo que le presentó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, un proyecto de mantenimiento y reforzamiento de las plantas generadoras de electricidad para incrementar la producción de energía, y con ello bajar costos y solventar la deuda.
Sobre el incremento en las tarifas eléctricas dijo que es un problema “que afecta a la propia CFE”, pero es algo que la reforma energética permite a la CRE. “ Vamos a trabajar con toda intensidad para generar energía lo más barata y accesible a la población”.