Accionistas de Fiat Chrysler y de PSA aprueban su fusión

Ambas firmas automovilísticas planean completar la fusión el 16 de enero para formar Stellantis, la nueva compañía.

Los logos de los fabricantes de automóviles Fiat y Peugeot. Foto: (Reuters)
Editorial Milenio
París/ Roma /

Los accionistas del grupo automovilístico italiano Fiat Chrysler (FCA) y del francés PSA, propietario de la marca de automóviles francesa Peugeot, aprobaron la fusión, casi por unanimidad, para crear Stellantis, el cuarto fabricante mundial de automóviles en términos de volumen, con ventas estimadas de más de ocho millones de unidades.

La operación, anunciada en octubre de 2019, obtuvo 99.15 por ciento de los votos de los accionistas presentes en la reunión de FCA y 99.95 por ciento de los de PSA, ambas se celebraron sin público y fueron transmitidas por videoconferencia.

De los principales accionistas de PSA, se encuentra la familia Peugeot, así como la empresa china Dongfeng. Hoy está previsto que se celebre otra reunión de accionistas más amplia en la que los inversionistas de FCA deberán votar sobre el acuerdo.

"Estamos listos para esta fusión", dijo el director general de PSA, Carlos Tavares, en la reunión por vía telemática, agregando que la fecha final para el cierre del acuerdo se anunciaría en breve.

Tavares, que tomará el timón del grupo fusionado, tendrá que reactivar el negocio del fabricante de automóviles en China, racionalizar un imperio mundial en expansión y hacer frente al enorme exceso de capacidad, así como centrarse, como sus rivales, en la creación de automóviles más limpios.

Fiat Chrysler comunicó momentos después de la votación que ambas firmas automovilísticas planean completar la fusión el 16 de enero y que "la negociación de las acciones ordinarias de  Stellantis comenzará el lunes 18 de enero en el Mercato Telematico Azionario de Milán y en Euronext Paris, y el martes 19 de enero en la Bolsa de Nueva York".

La estructura de acciones se modificará como parte de la fusión, y los derechos de voto dobles existentes —que se acumulan con el tiempo y dan a los inversionistas más peso en las decisiones— no se mantendrán.

Esta unión entre iguales dará nacimiento al cuarto mayor fabricante del mundo en términos de volumen de ventas, solo por detrás del alemán Volkswagen, la nipona Toyota y la alianza franco japonesa Renault-Nissan-Mitsubisthi.

Contará con más de 400 mil empleados y una capitalización bursátil de más de 40 mil millones de euros (49 mil 113 millones de dólares); y generará unas sinergias estimadas en 5 mil millones de euros (6 mil 139 millones de dólares) al año.

Por volumen de negocio, será el tercer fabricante mundial de automóviles, con 167 mil millones de euros (205 mil 50 millones de dólares), en base a cifras de 2019 (FCA tuvo una facturación de unos 108 mil millones de euros o 132 mil 615 millones de dólares al cambio actual, y PSA de unos 59 mil millones de euros o 72 mil 451 millones de dólares al cambio actual, excluyendo Faurecia).

Pero, además, sumando los datos de Fiat Chrysler y PSA de 2019 (sin contar con Faurecia), Stellantis tendrá un beneficio operativo ajustado estimado de cerca de 12 mil millones de euros (14 mil 735 millones de dólares); un margen operativo ajustado en torno al 7 por ciento y un flujo de caja libre operativo relacionado con el segmento de automoción de más de 5mil millones de euros (6 mil 139 millones de dólares), tal y como remarcó el consejero delegado de FCA, Mike Manley, en la Junta de Accionistas de Fiat Chrysler.

"Es una fusión histórica", describió el presidente de Fiat Chrysler, John Elkann, en su discurso al inicio de la asamblea del grupo italiano, que ha quintuplicado su valor en los últimos 10 años.

"Stellantis es una unión de dos socios con ideas afines, que se unen para construir algo único y grandioso", prosiguió el empresario italiano, que también será presidente de Stellantis.

"Estamos listos para esta fusión, para esta creación de valor, para pasar a la siguiente etapa de esta fabulosa historia", señaló, por su parte, Carlos Tavares, el "número uno" de PSA y futuro consejero delegado de Stellantis, momentos antes de que se conociera el resultado de la votación de la Junta de Accionistas francesa.

La nueva entidad tendrá sede en Holanda, pero continuará cotizando en las bolsas de París, Milán y Nueva York.

Presentará una gran complementariedad geográfica, "al combinar la excelente posición de PSA en Europa con la fortaleza de FCA en América del Norte y América Latina", lo que permitirá a Stellantis gozar de "una presencia global y equilibrada", y "minimizar el impacto de las recesiones cíclicas que pueden ocurrir en una región específica", dijo Manley.

El gran reto será rediseñar la estrategia combinada del grupo en otras regiones geográficas, incluida China.

Tavares dirigirá un grupo de catorce marcas, entre las que se encuentran Fiat, Chrysler, Alfa Romeo, Jeep, Maserati, Peugeot, Citroen u Opel.

Y además tendrá que lidiar con la promesa de las dos casas automovilísticas de no incurrir en el cierre de plantas tras la operación.

En Italia, FCA ha recibido este año un préstamo de 6 mil 300 millones de euros (unos 7 mil 748 millones de dólares al cambio actual), en el marco de las líneas de crédito estatales puestas a disposición por Roma para las empresas con problemas por el covid-19, y el Estado italiano sin duda exigirá garantías al grupo de que mantendrá los niveles de empleo en el país.

En julio, después de haber recibido el crédito, FCA confirmó que respetará la inversión prometida en Italia por valor de 5 mil millones de euros (6 mil 39 millones de dólares), pese a la situación de crisis derivada de la pandemia del coronavirus.

FCA y PSA comunicaron en octubre de 2019 que querían fusionarse y en septiembre de 2020 modificaron algunos términos del acuerdo inicial para afrontar la crisis del coronavirus, sin alterar el valor económico y los objetivos del proyecto.

Aumentaron las sinergias de 3 mil 700 millones a 5 mil millones anuales (de 4 mil 543 a 6 mil 139 millones de dólares) y también pactaron que FCA distribuiría entre sus accionistas un dividendo de 2 mil 900 millones de euros (3 mil 561 millones de dólares) antes del cierre de la operación, frente a los 5 mil 500 millones de euros (6 mil 754 millones de dólares) fijados anteriormente.

La participación del 46 por ciento que tiene el grupo galo en la proveedora automovilística Faurecia se repartirá entre los accionistas de Stellantis inmediatamente después del cierre de la operación.


MRA

LAS MÁS VISTAS