Philip Morris busca popularizar IQOS, mientras venta de cigarros sube 3%

Edición Fin de Semana

Los dispositivos de calentamiento de tabaco buscan suplir los cigarros tradicionales, pero su alto precio y restricciones legales impiden su democratización.

A escala global, hay 20.1 millones de usuarios de IQOS en 66 países. (Especial)
Sebastián Díaz Mora
Guadalajara, Jalisco /

La apuesta para el futuro de la tabacalera Philip Morris se centra en el calentador de tabaco llamado IQOS, un dispositivo que va de mil 200 a dos mil pesos, que equivalen de 7 a 12 días del salario mínimo de 2022. La estrategia marca la transformación de la industria de los cigarros a alternativas libres de humo.

“Tenemos que ser capaces de desarrollar un producto para los niveles socioeconómicos que no pueden hacer una inversión en un electrónico tan costoso como éste”, dijo en entrevista la vicepresidenta de Philip Morris México, Catalina Betancourt.

IQOS, es un dispositivo que consiste en un calentador y una batería para cargarlo. Su precio es de entre mil 200 y 2 mil pesos, con una vida útil de tres años. Para funcionar necesita “unidades de tabaco” o “consumibles” de tabaco envuelto en una hoja, como un cigarro, pero más pequeño, cuya cajetilla tendrá la misma cantidad de producto y el mismo costo que el de una cajetilla de cigarros tradicionales, es decir, 66 pesos.

De ahí, que quienes se decanten por la alternativa sin humo y sin bajar su frecuencia de consumo, gastarán lo mismo que con los cigarrillos tradicionales, más el costo de entrada adicional del dispositivo.


“Mejorar nuestra oferta de valor para consumidores de todos los perfiles socioeconómicos es parte del reto, porque lo que queremos en el futuro es que los 15 millones de fumadores en México realmente tengan alternativas (libres de humo) en nuestro portafolio (...) independientemente de su perfil de consumo“, afirmó Betancourt.

El calentador de tabaco, explicó la vicepresidenta de la compañía, tiene el beneficio de que, al no quemar el tabaco y sólo calentarlo, reduce el riesgo de fumar, pues no se ingieren todas las sustancias tóxicas de las que está lleno el humo que emite el cigarro cuando se encuentra en combustión.

A pesar de que la compañía asegura que 30 por ciento de sus ingresos a nivel global proceden de la venta de IQOS, en México, según Betancourt, apenas 45 mil consumidores han cambiado el cigarro por esta nueva tecnología, es decir 0.3 por ciento de los fumadores.

A escala global, hay 20.1 millones de usuarios de IQOS en 66 países, de los que 14.7 millones son fumadores que ya han hecho un cambio permanente del cigarro al calentador de tabaco.

La vicepresidenta de la tabacalera aseveró que el compromiso de la productora de cigarros es desarrollar otros productos libres de humo “que tengan un acceso más favorable desde el punto de vista económico”.

“Este es el primer producto de esta gama de alternativas libre de humo que estamos comercializando en México”, señaló. “Es el primero de muchos que están por venir”.

Hasta ahora la compañía no cuenta en su portafolio con otra alternativa al cigarrillo aparte del IQOS. Aunque la tabacalera ya diseñó un dispositivo de vapeo -con el cual lo que se fuma es vapor que se desprende de una sustancia con nicotina-, éste apenas se encuentra en fase piloto en Reino Unido.

Regulación pendiente


Catalina Betancourt explicó que una de las razones por las que el consumo de IQOS y de otras alternativas libres de humo, no ha podido estallar es que hace falta un marco regulatorio o una ley que establezca las normas mediante las que se regirá este nuevo mercado.

“Lo que necesitamos es una ley clara que defina cómo deberían comercializarse estos productos, porque lo único cierto es que, independientemente de que no existe un marco regulatorio claro, hay una demanda que sí es muy clara; los fumadores adultos en México saben que estas alternativas existen y (que) las pueden conseguir”, afirmó.

Señaló que aunque desde la industria “han tocado todas las puertas” con la autoridad para trabajar en una regulación, hasta ahora no se ha podido conseguir nada concreto porque México aún se encuentra en un etapa de polémica y debate respecto a estos productos.

“Hay cerca de 70 países en el mundo donde estos productos alternativos ya cuentan con una regulación; en cada uno esos países, se ha pasado por la misma transición, en donde hay dudas, preguntas, diálogo y al final se llega a la conclusión de que hay que regular”, manifestó.

Apenas en julio de este año, el gobierno federal a través de la Secretaría de Economía emitió un decreto en el que se autorizaba la importación y venta de calentadores de tabaco.

Aumenta mercado de cigarros

Aun cuando la empresa suiza enfatiza su compromiso por cuidar la salud de los fumadores al apostar por las alternativas libres de humo, su negocio de los cigarrillos tradicionales a nivel nacional se encuentra en una situación muy favorable en estos momentos.

En su último reporte trimestral, del tercer cuarto de 2021, informó que en los primeros nueve meses del año su mercado total en México -que está integrado casi en su totalidad por el negocio de cigarros- incrementó 3 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Philip Morris atribuyó este crecimiento en el país al impacto que tuvieron en el consumo diario promedio de tabaco tanto la relajación de medidas relacionadas con la pandemia como al aumento del turismo.

Según la Secretaría de Salud, 164 mexicanos mueren cada día a causa de enfermedades asociadas al consumo de cigarros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año 8 millones de personas mueren por tabaquismo, lo que supone casi 22 mil muertes diarias por cigarros.

AMP

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