Este lunes anunció Eduardo Ramírez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción que el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción, debido a los efectos del coronavirus podría contraerse entre un 8 por ciento y un 10 por ciento este año.
En 2019, el PIB del sector cayó un 5 por ciento, de acuerdo con cifras del instituto de estadística, Inegi. El grupo gremial había anticipado en diciembre una recuperación de esa industria al cierre de este año en un rango de 1-1.5 por ciento debido a los planes de infraestructura anunciados por el gobierno.
No obstante, la llegada de la pandemia a México motivó que desde marzo un gran número de firmas constructoras no vinculadas a actividades esenciales suspendieran operaciones, por lo que en abril el valor de la producción de la construcción cayó un 19 por ciento, su mayor baja histórica, según datos oficiales publicados el lunes.
"El impacto negativo de esas casi diez semanas detenida la industria (por la contingencia sanitaria), adicional a que ya veníamos con caídas en la producción, no se va a salvar este año", dijo Ramírez y agregó que la contracción sectorial podría ser aún mayor si no crece la inversión privada.
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"Vemos que los números de mayo van a ser muy parecidos a los de abril", adelantó el presidente de la CMIC, luego de que el Inegi publicó que a tasa anual el valor de la producción de la construcción cayó en el cuarto mes del año un 31.8 por ciento.
Tras decretarse a la construcción -que representa un 7.5 por ciento del PIB mexicano- como industria esencial, junto con la automotriz y la minería, en junio comenzaron a reactivarse poco a poco sus actividades en todo el territorio.
Ramírez calcula que a la fecha ya está operando un 60 por ciento de las empresas que habían cerrado, con entre un 50 por ciento y 70 por ciento del personal debido a las nuevas medidas sanitarias, pero advierte que eso no es suficiente para evitar desplomes más profundos.
"Las dos líneas de inversión, pública y privada, se tienen que alentar, buscar los mecanismos para que los recursos se traduzcan en inversiones en infraestructura, lo cual no ha sido rápido", dijo Ramírez y detalló que hasta abril se había ejecutado un 7 por ciento de lo que se presupuestó invertir en el sector.
Un estudio presentado en mayo por el grupo financiero BBVA proyectó que en 2020 la construcción mexicana podría caer alrededor de un 13 por ciento y que esta industria podría presentar las primeras tasas de crecimiento positivas a finales de 2021.
"Seguirán los números malos si no hay un cambio en las políticas públicas. Lo que estamos observando es que los gobiernos de la Cuarta Transformación (como se autonombra la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador) no están haciendo que el sector crezca", dijo Ramírez respecto a sus proyecciones para el próximo año.
srgs