Productores de flor de Tula de Allende pidieron a la población adquirir flores para colocar en los altares o regalar a las personas en vida, y con ello mantener la tradición, además de apoyar la economía de todos los floricultores, quienes enfrentan pérdidas económicas severas, pues los compradores mayoristas no llegaron este año a causa de la pandemia de covid-19.
Los productores de comunidades como San Francisco Bojay, Julián Villagrán, Benito Juárez y Santa Ana Ahuehuepan, todas situadas sobre la carretera Tula-Tepetitlán, señalaron que cada año ofrecen su producto, y sus principales clientes son comerciantes mayoristas de entidades vecinas.
Sin embargo, por la pandemia de covid-19, este año casi no acudió ninguno de los mayoristas, y quien lo hizo, realizó compras menores, sin comparación con las que realizaron en 2019.
Oswaldo Oropeza García, productor de San Francisco Bojay, dice que desde hace años venden directamente en la parcela o a orilla de carretera, pero este año “la venta nos ha bajado mucho por la pandemia, porque no dan la oportunidad de vender al cerrar los panteones”.
Jorge Guerrero Cruz, otro productor dijo que “hace un año ya en estas mismas fechas ya habíamos acabado, pero hoy todavía tenemos más de la mitad; invertimos 50 mil pesos en esta milpa, si no se vendió la flor de aquí a sábado ya es pérdida para nosotros, se queda para el ganado, se rastrea la flor y se siembra otra cosa; se usa la semilla para el siguiente año”.
Pidió al gobierno estatal y federal un censo de todos los productores de flor afectados para que los apoyen económicamente por los estragos de la pandemia.
Preservar tradición y disfrutar el paisaje
María de Lourdes Montoya Mejía, vecina de la colonia 16 de enero de Tula, dijo que año con año acuden a los sembradíos de San Francisco Bojay, para realizar la compra de flor; expresó que su padre, quien falleció hace dos años, les inculcó esa tradición.
Ahora ella preserva esta costumbre y la inculca entre sus hijos, a quienes lleva a los sembradíos para comprar y cortar un surco de cempasúchil, para llevarlo a las tumbas de sus seres queridos. En esta ocasión se anticiparon, debido al cierre de panteones anunciado para el próximo 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre.
Dice que la calidad de la flor es buena, y además de preservar la tradición, apoyan a los productores de flor de Tula, quienes actualmente tienen un panorama difícil por la pandemia de covid-19.
Procedentes del municipio Alfajayucan, llegó a los sembradíos de San Francisco Bojay, Benancia Julieta Guerrero Ortiz, junto con su familia; impresionada por la belleza de los paisajes, los mosaicos de flores de distintos colores, pero además de flor de calidad.
Consideró que es importante que en esta temporada especial podamos conseguir flores a buen precio y conseguir directamente el producto, apoyando a los productores locales.