El cambio climático y una demanda creciente de exportaciones provocaron que el precio de la miel tenga un aumento significativo en su precios, las empresas buscan que este endulzante se mantenga en el gusto de los consumidores e inclusive apuestan por las nuevas generaciones ayudándose de la tecnología.
Humberto Murillo, gerente de la marca Miel Carlota, expuso en entrevista con MILENIO que “el cambio climático ha provocado una pérdida de 30 por ciento de colmenas en el país, afectando 40 por ciento a la producción, lo que provocó el aumento del costo de la miel, que varía de acuerdo con lo que se produce. Tuvimos un incremento (en el precio) de aproximadamente 50 por ciento; aunque por el momento se ha contenido una parte, si ha subido al consumidor final en alrededor de 5 por ciento”.
De acuerdo con información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) durante 2020 la producción de este endulzante en el país se ubicó en 67 mil 657 toneladas.
Durante los primeros cuatro meses del año, las exportaciones mexicanas alcanzaron 6 mil 460 toneladas con un valor comercial de 21 millones 557 mil dólares.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en México el consumo anual per cápita de este dulce es de de 0.3 kilogramos y su participación en el valor de la producción nacional pecuaria es de 0.5 por ciento.
“Hoy tenemos 85 puntos de participación y en autoservicios contamos con 55 por ciento. Nosotros estamos dando alrededor del 30 por ciento de nuestro presupuesto para ayudar a los apicultores con quienes trabajamos”, sostuvo el directivo.
Innovando para las nuevas generaciones
De ahí que empresas busquen nuevas fórmulas para ganar mercado. Con un aumento de alrededor de 33 por ciento en el consumo, Miel Carlota se sumó a las innovaciones de McCormick en todas sus categorías y añadió un nuevo producto con chile, de acuerdo con la investigadora de mercados Kantar.
Este desarrollo les llevó aproximadamente año y medio; “es una tendencia hacia lo picante en varias categorías; la miel es una que no ha innovado en muchos años y como líderes en la categoría queremos aumentar su consumo y con este producto buscamos dar un toque diferente”, destacó.
Agregó que la empresa ya planea incrementar su portafolio de innovación en los próximos cinco años, tanto en sabores como en presentaciones; la marca planea destinar alrededor de 30 por ciento de sus ingresos a este rubro.
“Buscamos entrar a paladares más jóvenes y también intensificar el consumo de la miel; queremos que se coma más y en diferentes lugares. Ya estamos buscando alternativas para exportar principalmente en Europa, que importa mucha miel del país”, detalló Murillo.
Emprendedores buscan precio justo
De igual manera, hay emprendedores que tratan de innovar la forma de producir. Como parte de un proyecto universitario, hace seis años Benhur Ortegon Caballero y Santiago Francisco Tucuch Cab fundaron Honey Kaab, una compañía que quiere aprovechar los productos sustentables del estado de Campeche y revivir la tradición de apicultores en la entidad.
En entrevista con MILENIO los emprendedores indicaron que trabajan a través de talleres para familias productoras así como de autoempleo, finanzas y de prácticas sustentables.
“No se le paga buen precio al apicultor, no se valora su trabajo. Cerca de 50 por ciento de las familias dedicadas en la región a esto se perdieron y se fueron a otras actividades, por lo que buscamos fortalecer nuestras comunidades a través de esto”, señalaron.
La compañía busca dar un mejor precio a los apicultores de la región. “Les pagaban a 13 pesos el kilo de miel cuando el mercado estaba arriba de los 30 pesos; nosotros empezamos a pagar el kilo en 50 pesos, dependiendo el tipo de miel”, agregaron los empresarios.
Información de la Sader señala que 71 por ciento de la producción de miel en el país se concentra en ocho estados: Yucatán, Campeche, Jalisco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo y Puebla.
“Hemos capacitado a muchas familias y apicultores; hemos logrado que practiquen mejor su actividad. Les damos talleres, buenas prácticas agrícolas, aprovechamiento sustentable de las colmenas, alternativas y todo lo que tiene que ver con lo técnico y social”, sostuvieron.
Honey Kaab tiene dos líneas de productos: cosmética y cuidado personal, y los gourmet.
Facebook al rescate tras la pandemia
El año pasado varias colmenas se perdieron; aunado a esto, a la venta de artículos artesanales tampoco le fue muy bien por la pandemia.
“En 2020 estuvimos muy afectados pues usábamos mucho la venta directa en convenciones, ferias y exposiciones. Muchas de las tiendas a las que surtíamos cerraron y por ello tuvimos que migrar a las plataformas digitales para sobrevivir. Facebook nos ayudó a darnos a conocer y así pudimos extender los lugares a los que llegamos; ha sido el motor y un detonante para nuestras ventas, y para tener más clientes”, señalaron.
Hoy Honey Kaab trabaja con 50 familias y ha impartido más de 200 talleres de capacitación.
“Buscamos tener escuelas de campo y enfocarnos en jóvenes para impulsar la actividad. Pensamos que podemos abarcar más con el aumento del precio del producto y con ello queremos beneficiar a más hogares”, finalizaron.
MRA