De septiembre a diciembre del año pasado se observó un incremento en la diferencia entre el precio que pagan las gasolineras al comprar combustible en las terminales y el precio que venden al consumidor final, explicó la presidenta de la Comisión Federal de Competencia (Cofece), Alejandra Palacios. con promedios nacionales ponderados.
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De acuerdo con el análisis, Cómo asegurar mercados competitivos de gasolinas y diésel en México, ,con promedios nacionales ponderados, esto puede ser provocado por el costo logístico de última milla, es decir, de las terminales a las estaciones de servicio o a un mayor margen para las gasolineras.
“En los ponderados nacionales, el precio promedio en las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR), entre septiembre y diciembre de 2018, por litro bajó 80 centavos y el precio promedio en estaciones de servicio no cambió”, explicó.
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La titular de la Cofece dijo que la diferencia porcentual, entre el precio al público y lo pagado en las TAR, para gasolina regular en Quintana Roo y Ciudad de México fue entre los 7 y 10 por ciento respectivamente.
Lo que puede explicar estás diferencias entre regiones es una disparidad en los costos logísticos o que en las zonas con menos grupos gasolineros aumenta la posibilidad de obtener mayores ganancias.
A esto se suma que existen grupos gasolineros grandes que compran en gran volumen gasolinas y diésel a Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) con grandes descuentos que "podrían" provocar pérdidas para la empresa productiva del estado.
"La magnitud de los descuentos que podría estar ofreciendo Pemex TRI, además de incentivar a sus clientes a proveerse de la paraestatal por años, en algunos casos provocaría pérdidas a la empresa", señala el documento.
La comisión señaló que no cuenta con la información por parte de Pemex o el regulador energético pero los descuentos aplicados durante 2018 pudieron ser incluso mayores a su tope de ganancia permitido.
El tope de ganancia permitido es de 500 pesos por metro cúbico de combustible y los rangos de descuento aplicado al grupo terminal 1, en un plazo de 3 años, podría alcanzar los 660 pesos. Esto podría provocar pérdidas y desincentivar la importación y construcción de infraestructura para combustibles.
"Sin un mínimo de demanda anclada es difícil que los privados se comprometan a importar gasolinas y/o construir infraestructura, salvo que sea para Pemex", detalló el análisis.
Agregó el documento que sumado a esto existen quejas de que los contratos de franquicia y suministro de Pemex han limitado el cambio de marca y proveedor de los expendedores. El 76 por ciento de todas las gasolineras del país operan baja la franquicia de la Pemex.
LVM