La publicación de reconocimiento global Architectural Review galardonó a Manuel Cervantes Estudio con el premio anual AR House por el desarrollo de casas post-huracán en Acapulco, Guerrero.
De acuerdo con su portal, afirman que tras el paso del huracán Otis en 2023, Manuel Cervantes, junto con las organizaciones sin ánimo de lucro Asociación Gilberto y Construyendo, creó la iniciativa Kon-tigo para edificar residencias de larga duración para personas de Acapulco cuyas viviendas habían resultado dañadas o destruidas.
Cada casa cuesta una media de 18 mil dólares y se construyen con innovadores paneles prefabricados. Se han completado 42 casas y hay otras 78 en curso.
El proyecto ganador fue seleccionado por Stella Daouti, cofundadora de Architecture Research Athens, Boonserm Premthada, fundador de Bangkok Project Studio y Mike Tonkin, cofundador de la firma inglesa Tonkin Liu.
De acuerdo con la Federación de Colegio de Arquitectos de la República Mexicana, con el propósito de ayudar a la ciudadanía, se concibió un enfoque arquitectónico adaptado a las particularidades de la región, donde el diseño moldeado por la esencia del lugar responde directamente al clima caracterizado por altas temperaturas que oscilan entre los 21 a 32 grados centigrados, con un flujo constante de corrientes de aire provenientes de la costa.
Se trata de edificios construidos a partir de paneles prefabricados Covintec (marcos de malla metálica rellenos de poliestireno y revestidos de hormigón, que aíslan térmica y acústicamente) y tienen capacidad estructural para formar muros de carga y forjados ampliables.
Con esto se da a las casas la flexibilidad de recibir ampliaciones según las necesidades de las familias.
La Federación afirmó que para la construcción de las viviendas fue seleccionado un sistema constructivo a base de paneles prefabricados, con el objetivo de crear módulos estandarizados para los diferentes espacios de las casas, manteniendo la coherencia con las dimensiones y los conceptos se diseñó un sistema el cual permite entender las necesidades, actividades y problemáticas de cada familia con el propósito de no perder la individualidad del usuario.
“El gran pórtico se rige como un elemento protector, que brinda sombra y resguardo al espacio habitable, mientras que la permeabilidad de la estructura permite flujos simples y orgánicos que se adaptan a las necesidades de cada familia”, señaló.
ER