La nueva variante del coronavirus ómicron causará estragos en las cadenas de suministro para la manufactura del sector automotriz, de tal forma que la falta de insumos no estará solo en semiconductores, puesto que la escasez podría llegar a otros componentes como asientos, estimó la consultora Urban Science.
En conferencia de prensa, Erik Ramírez, director de la firma para América Latina, indicó que, a causa de las recientes restricciones en la movilidad, las cadenas de suministro están sufriendo ajustes de nuevo, lo que terminará repercutiendo en las cadenas de valor del sector.
“Traíamos componentes del otro lado del mundo, ahora ya no va a ser tan fácil por las restricciones sanitarias, y entonces se están reacomodando nuevamente todas las cadenas de suministro, por lo tanto, hoy pueden ser semiconductores, mañana pueden ser asientos, pasado mañana pueden ser volantes, al otro día pueden ser materias primas como plásticos”, expuso.
Por lo anterior, aseveró que será un 2022 de mucha inestabilidad, falta de insumos y escasez en inventarios de unidades finales, punto en el que coincidió con Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), quien agregó que los pronósticos apuntan a que hasta 2023 podría pensarse en que la industria vuelva a la normalidad.
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Ramírez añadió que la situación ha permeado de tal forma, que hoy en día existe una falta de inventario de unidades finales en Norteamérica histórica, lo que ha forzado a las armadoras a ser más “inteligentes, mucho más quirúrgicas” sobre en dónde destinan su capacidad de producción.
Los especialistas señalaron que hay una relación estrecha entre las bajas en ventas y la falta de inventario en los pisos de venta. En octubre se vendieron en el mercado local 76 mil 640 vehículos ligeros, la cifra más baja para el mes en los últimos 10 años, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Es una condición generalizada, todas las marcas están afectadas, habrá diversidad en cuanto al margen de afectación, pero esto es una situación general, e igualmente en lo que toca a la disponibilidad si tomamos en cuanta ya específicamente marca, modelo o versión, hay una carencia de producto”, añadió Rosales.
El recién nombrado presidente ejecutivo de la Amda, ventiló que la falta de componentes ha llevado a modificar sus expectativas a la baja en cuanto al nivel de ventas con el que se cerrará el año en México. A principios de 2021, se esperaba que se colocaran en el mercado entre un millón 60 mil unidades y un millón 70 mil unidades, no obstante, por la prevalencia en la insuficiencia de abasto, los pronósticos se inclinan a que la cifra de cierre rondará el millón de unidades.
La coyuntura ha sido tanta, que el organismo ya modificó también sus expectativas a la baja para el año entrante, pues se tiene como dato preliminar que se comercialice un millón 60 mil unidades, y ya no un millón 150 mil unidades, como se había previsto anteriormente.
AMP