Más allá de si Canadá continúa o no, el verdadero problema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es replantear la matriz del acuerdo para evaluar si la región será capaz de enfrentar la competencia que representa China, afirmó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
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En conferencia con medios, el vicepresidente del IDIC, Arturo Oropeza, indicó que si Canadá sale del TLCAN será una pérdida para la región y habrá que ver si el congreso de Estados Unidos acepta que el acuerdo comercial sea sólo con México, pero el problema es de fondo y de eso no depende el futuro de América del Norte.
Explicó que la crisis del TLCAN no es de hoy y su pasado no se remota a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, sino que radica en no haber cuestionado los resultados económicos y sí haber permitido que nuevos actores y nuevas estrategias, especialmente las asiáticas, hayan cambiado estructuralmente el orden global.
A esto se suma, añadió Oropeza, que México canceló una etapa de industrialización y decidió por una apertura de fronteras que castigó a la industria nacional, donde los acuerdos comerciales se convirtieron en un fin y no en parte de una política integral.
El vicepresidente del IDIC reflexionó que en la década de 1990 cuando inició el TLCAN, el momento económico era de Estados Unidos, pero ahora es distinto y China acapara el escenario de la actividad y el comercio mundial.
Ante esta situación, señaló el director del IDIC, José Luis de la Cruz, México necesita elevar su competitividad y crear una verdadera política industrial, sustentada en impulso a la inversión pública y privada, de genere empleos y mejores salarios, pues estos últimos están precarizados.
AMLO heredará economía desacelerada
En este contexto, de la Cruz, señaló que la economía mexicana está un momento de desaceleración, ya que los componentes del producto interno bruto (PIB) ya se están estancando y será el escenario que herede Andrés Manuel López Obrador.
En este sentido, el crecimiento esperado para 2018 es de entre 1.5 y 2.2 por ciento y de entre 1.2 y 2.2 por ciento para 2019, con una inflación de 5.05 y 4.7 por ciento para el cierre de cada año, respectivamente, y presiones continuas de los precios de los energéticos y la depreciación del peso.
GGA