La producción de acero en América Latina se desaceleró y en septiembre registró su peor indicador de los últimos 33 meses —desde diciembre de 2016—, con un volumen de acero bruto de 4 mil 692 millones de toneladas, informó la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
De acuerdo con un reporte de la asociación, una menor producción de Brasil de 48 por ciento menos; de México, 24 por ciento menos, y de Argentina, con una disminución de 12 por ciento, provocaron una caída de 5 por ciento en el noveno mes del año, por debajo de los 4 mil 922 millones de toneladas observados en agosto pasado y en el acumulado enero–septiembre cayó 7 por ciento. Si se compara contra el noveno mes de 2018, la baja es de 16 por ciento.
Uno de los factores que influyó en estos resultados fue el aumento de los costos del mineral de hierro, que afectó los márgenes de las empresas; otro punto negativo fue el cierre de tres importantes altos hornos en Brasil, el mayor productor de acero de la región, y las perspectivas de baja para los tres mayores productores regionales.
El director general de Alacero, Francisco Leal, comentó: “Como parte del estancamiento económico ante las guerras comerciales y los conflictos internos, el aumento del consumo —resultado de una producción estancada, la caída de las exportaciones y el aumento de las importaciones— apunta a un mercado interno que carece de infraestructura y competitividad”.
Para enfrentar este problema, este organismo se unió a otras 15 asociaciones de la industria en América del Norte y del Sur, Europa, África y Asia para demandar a los gobiernos de los países productores de acero a fortalecer los esfuerzos para eliminar la sobrecapacidad persistente en la producción, incluyendo foros de negociación como el Global de Sobrecapacidad del Acero, del G20, para buscar la implementación de reglas y soluciones efectivas que reduzcan la sobrecapacidad, su impacto y sus causas.
En la región los principales aumentos para la importación se observaron en México con 48 mil toneladas, Chile con 26 mil y Argentina con 11 mil. El primero y el tercero apuntan a un reemplazo de la producción por importaciones para satisfacer la demanda interna, lo que debilita sus exportaciones, refirió el organismo.
El consumo de productos laminados en la región alcanzó 5 mil 615 millones de toneladas en agosto, un aumento de 2 por ciento en comparación con julio; sin embargo, el resultado fue 6 por ciento menor que en agosto de 2018.
Además de la desaceleración mundial, agravada por las crisis en Alemania, Italia y Reino Unido con el brexit, y en consecuencia en China, hay también presiones externas que llegan a América Latina con las guerras comerciales de Estados Unidos tanto con China como con la Unión Europea. Entre los factores internos están el tipo de cambio, la inflación, el desempleo y otros desafíos político-sociales en Argentina, Uruguay, Bolivia y Colombia.
Demanda global
ArcelorMittal recortó su perspectiva para la demanda mundial de acero; el estancamiento de las ventas de autos en EU y Europa dañó al mayor productor en el mundo.
Contracción
El grupo, que tiene 5% de la producción mundial, estima que la demanda europea se contraerá 3% en 2019 en comparación con las estimaciones anteriores, de solamente 1%.
Factores adversos
La empresa con sede en Luxemburgo dijo que la contracción de la demanda de acero en Europa será peor de lo esperado debido a la ralentización del sector automovilístico y la construcción.
Pega en EU
También prevé reducción de la demanda en EU por la debilidad del sector automovilístico y la desaceleración de la demanda de maquinaria, aunque la construcción no residencial muestra síntomas positivos.