La producción de maíz de México alcanzará 28.5 millones de toneladas en 2023, unas dos millones más frente al año previo, estimó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en medio esfuerzos por reducir las cuantiosas compras externas del cereal y un plan para limitar el uso del grano transgénico.
México produce en su gran mayoría maíz blanco, pero en los últimos años ha intensificado una campaña para elevar el cultivo de maíz amarillo, usado principalmente para alimentar ganado, buscando reducir las voluminosas importaciones de este tipo de cereal, provenientes de Estados Unidos.
El país importa desde su vecino del norte unas 17 millones de toneladas al año de maíz amarillo.
La Secretaría de Agricultura desglosó más tarde las cifras y dijo que de la producción total esperada, 24.9 millones de toneladas serían de maíz blanco y 3.6 millones de toneladas de maíz amarillo.
La dependencia atribuyó la estimación de una mayor producción a la distribución de fertilizantes a pequeños productores.
México está envuelto actualmente en una controversia con Canadá y Estados Unidos, sus socios en el T-MEC, sobre su política de biotecnología agrícola, incluyendo poner límites al consumo de maíz genéticamente modificado.
A inicios de junio, Estados Unidos solicitó consultas de solución de controversias sobre el tema en el marco del T-MEC, a las que se sumó Canadá poco después. Si esas consultas no logran resolver los desacuerdos en un plazo de 75 días, Washington puede pedir que un panel de solución de diferencias decida sobre la disputa.
La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se reunirá esta semana en Cancún con la representante comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés), Katherine Tai, y la ministra de Comercio de Canadá, Mary Ng, con quienes se espera aborde la disputa de maíz y las políticas energéticas de México.
AMP