Comprar un vehículo blindado ya no es exclusivo de políticos o empresarios, ahora profesionistas independientes y comerciantes incrementaron la demanda de autos con protección y ya ocupan 10 por ciento de las ventas, informó el dirigente de la Comisión de Blindajes Tácticos del Consejo Nacional de la Industria del Blindaje (CNIB), Miguel Romero.
No son grandes compañías, no es el gran corporativo, se trata de profesionistas independientes, médicos, cardiólogos, cirujanos plásticos, abogados, comerciantes de la Central de Abastos, emprendedores que comienza a tener ingresos superiores a los 300 mil o 400 mil pesos mensuales, que empiezan a ser víctimas de secuestro o extorsiones, explicó en entrevista con MILENIO.
Este crecimiento en la demanda de autos blindados se ha dado de manera exponencial en la Ciudad de México, entidad que ocupa cerca de 90 por ciento de las ventas, y también se observa este avance en Nuevo León.
“El secuestro y el robo son un flagelo que comienza a afectar a la sociedad, no solo a políticos o empresarios”, destacó Romero.
En los cinco años recientes el promedio de blindaje es de 2 mil 500 coches blindados en el país, de los cuales 70 por ciento se ubica en los niveles de blindaje 3, relacionados con violencia urbana.
“Desafortunadamente la triste situación de inseguridad que vive el país ha sido un caldo de cultivo de la delincuencia y por lo tanto el crecimiento exponencial de este sistema de protección, que es blindaje”.
CAMBIAN EXPECTATIVAS
Para este año, el CNIB anticipaba una caída en ventas de 7 por ciento; sin embargo, para el primer trimestre del año se tuvo un repunte de casi 10 por ciento, con respecto a las ventas del mismo periodo del año pasado.
Las empresas agrupadas en esta organización representan cerca de 60 por ciento de las ventas de la industria del blindaje en el país.
Romero, quien es director de operaciones de la empresa de blindaje Centigon Security Group, informó que para este año en el mercado existe incertidumbre en torno al resultado de las elecciones y sobre todo por la volatilidad del peso frente al dólar.
“Todos los productos son en dólares, nos pega mucho, ese tema más que nada por la especulación que se tiene en el mercado. La volatilidad del dólar afecta a todos, a grandes, pequeños, distribuidores de blindaje porque la gran mayoría de los materiales de blindaje son tasados en dólares”.
Explicó que la industria está buscando la forma de no trasladar el costo de la volatilidad directamente a sus clientes, por lo que analizan una media entre los gastos en dólares y los de pesos; por ejemplo, la mano de obra, la renta de locales, insumos en pesos, para que el costo final no se traslade al cliente en una posición ventajosa.
La volatilidad de tipo de cambio, comentó, es un factor que afecta más que la imposición de aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos, considerando que gran parte de los blindajes ocupan estos metales de manera sustancial.