Programas sociales impulsan el mayor gasto público en cinco años

El gasto público registró el mayor incremento en cinco años, después de enfrentar el impacto económico causado por la pandemia

Jóvenes Construyendo el Futuro | Foto: @cceoficialmx
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

En 2021, el gasto público registró el mayor incremento en cinco años, después de enfrentar el impacto económico causado por la pandemia, impulsado principalmente por los programas sociales, pues representan la mitad de este capital.

En lo que va del año, el crecimiento anual es superior a 5 por ciento, pero especialistas refieren que solo 8 por ciento se destina a inversión física, rubro importante para detonar crecimiento económico, coincidieron analistas del mercado.

De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en el primer bimestre de 2022 el gasto neto total alcanzó mil 162 billones de pesos, 5.1 por ciento superior en términos reales en comparación con la registrada en enero-febrero del año pasado, aunque inferior en 104 mil 394.8 millones a lo programado en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

De ese monto, 848 mil 331.6 millones de pesos corresponden a gasto programable y 65 por ciento de este último se destina a desarrollo social, donde los componentes más importantes son los relacionados con protección social y educación, con 284 mil 607.5 y 132 mil 809.2 millones de pesos, respectivamente.

En 2018, último año de la administración de Enrique Peña Nieto, el desarollo social representó 59 por ciento del gasto programable, esto significa que en este año hay un aumento de 6 puntos porcentuales en la participación de los recursos destinados a desarrollo social.

En 2021, del gasto programable, solo 13 por ciento se destinó a inversión física, mientras que en 2018 el porcentaje fue de 15 por ciento.

La SHCP indicó que dentro de la clasificación funcional del gasto programable, en el primer bimestre del año actual destaca un incremento real anual de 7.6 por ciento en desarrollo social, impulsado por incrementos anuales en salud y protección social, respectivamente. En su conjunto, el gasto en ambos rubros representó 66.9 por ciento del gasto en desarrollo social.

Otros rubros

Además de programas sociales, el gasto público se destina principalmente a combustibles y energía y al aparato legislativo, aunque una parte importante también se orienta a salud.

De acuerdo con Banco BASE, se observa una disminución del porcentaje del gasto destinado a la inversión física y esto es importante porque es la que tiene el potencial de generar un efecto multiplicador en la economía.

Solo en 2021 el producto interno bruto (PIB) de México creció 4.8 por ciento (con cifras sin ajuste estacional) tras caer 8.2 por ciento en 2020, lo que indica que el repunte no compensó la caída provocada por la pandemia.

Por su parte, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias aseguró que las cifras oficiales ponen en duda que esta administración esté ocupándose de disminuir las desigualdades sociales, pues el gasto público no se fortalece distributivamente; al contrario, en gran medida se erosiona su potencial de generar una mayor igualdad.

El organismo destacó que hay programas de transferencias monetarias que se inclinan a dar más dinero a los que más ingreso tienen, como es el caso de Jóvenes Construyendo el Futuro en su modalidad de capacitación para el trabajo y en becas universitarias.

Fortalecimiento

De acuerdo con los Precriterios 2023, para el próximo año el gobierno federal estima un aumento en el gasto público de 336 mil 261 millones de pesos en comparación con el monto aprobado para 2022.

Esto permitirá continuar con el fortalecimiento de la red de protección social a través de robustecer los programas sociales, así como mantener los esfuerzos relacionados con el desarrollo de numerosos proyectos de infraestructura que permitirán conectar a las zonas con mayores tasas de marginación y pobreza con el resto del país.

El gobierno federal también seguirá destinando recursos a la construcción de sus proyectos emblemáticos, que han sido cuestionados por su impacto económico y su efecto multiplicador, dado que no se consideran viables.

Estos proyectos incluyen la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y la modernización de otras refinerías; plantas productoras de fertilizantes y programas de distribución en estados intensivos en agricultura; el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que unirá los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, y la construcción del Tren Maya.


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.