Los programas sociales que ha propuesto la administración en los últimos dos años han sido de carácter asistencial, aunque no necesariamente han ayudado a la población más pobre del país, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
Dentro de su análisis semanal, el organismo señaló que la mayoría de estos proyectos carecen de incentivos para romper el ciclo de perpetuación de la pobreza.
“Aun cuando el programa Jóvenes Construyendo el Futuro parecería contar con esos incentivos, no está claro que cumpla con ello ya que incluye una buena dosis de participación en la informalidad laboral. Cabe recordar que el camino para reducir la pobreza de manera permanente es la generación de empleo productivo, de ahí la importancia de insistir en la necesidad de un entorno propicio para la inversión productiva”, señaló.
De acuerdo con la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020 los ingresos por trabajo, que son la principal fuente de recursos de los hogares al representar el 64 por ciento del ingreso corriente total, disminuyeron 10.7% respecto a 2018. Por su parte, los ingresos por transferencias que representan el 17.6 por ciento, aumentaron 8.3 por ciento; mientras el rubro de estimación del alquiler de vivienda, que aporta el 13.1 por ciento del ingreso corriente, creció 8 por ciento.
El incremento de los ingresos por concepto de transferencias se atribuye principalmente al aumento de 50.4 por ciento en los beneficios provenientes de programas gubernamentales.
“La distribución de los recursos de los programas sociales no necesariamente benefició a los más pobres. Más bien fue regresiva. Se registró un incremento importante en los ingresos de los deciles más altos por concepto de beneficios por programas gubernamentales. Esto se debe básicamente a que el gobierno generalizó diversos programas a toda la población, incluyendo a los hogares con mayores ingresos”, indicó el Ceesp.
Dijo que el año pasado el ingreso promedio trimestral de los hogares por concepto de beneficios provenientes de programas gubernamentales en los cinco deciles de mayores ingresos fue de mil 129 pesos, casi el doble de lo reportado en 2018.
Se estima que en 2018 alrededor de 19.7 por ciento de hogares se beneficiaba de estos recursos; para 2020 la cifra subió a 27.4 por ciento. Tan solo en el último decil de hogares -aquellos con ingresos más altos- los apoyos gubernamentales fueron 3.5 veces mayor a los obtenidos en 2018.
En contraste, el decil uno -los hogares con menores ingresos- registró una caída de 14.1 por ciento en este tipo de ingresos.
“Los programas gubernamentales apoyaron en mayor medida a los deciles más altos. Ello indica que, si bien los programas “sociales” han aumentado significativamente en esta administración, su distribución ha estado fuertemente sesgada hacia los grupos de ingreso más alto de la población, lo que contrasta claramente con el discurso oficial”, señaló el organismo.