Especialistas en comercio exterior coincidieron en que México enfrentará represalias multimillonarias si continúa negando la importación de maíz transgénico, al tiempo que advirtieron que el costo de los alimentos como la tortilla podrían subir de precio.
Durante su participación en el XXVIII Congreso del Comercio Exterior Mexicano, organizado por el Comce, el ex jefe de la negociación del T-MEC, Kennet Smith, argumentó diversos problemas que enfrentaría México si se niega la entrada de ese tipo de productos.
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"Con estas ideas que está impulsando el gobierno de cerrar las importaciones del maíz genéticamente modificado, un producto que está entrando a México desde hace décadas, que no tiene ningún impacto negativo en materia ambiental, o para la salud humana, el hacerlo no sólo estarías en una violación del T-MEC, se expone a un caso de solución de controversias con represalias comerciales multimillonarias en contra de nuestros productos de exportación", afirmó.
En ese sentido, advirtió sobre el impacto en la alimentación de los mexicanos, ya que ese maíz se va al sector pecuario, "lo que presionaría los precios de la carne hacia arriba, asimismo causaría un incremento en los precios de la tortilla y de muchos productos de la canasta básica, pegándole de una manera directa al sector de la población que menores ingresos tiene".
Por su parte, el coordinador del diplomado sobre negociaciones comerciales internacionales del Colegio de México, Fernando de Mateo Venturini, señaló que un panel más bajo el T-MEC en ese sector no le convendría a México, ya que tiene posibilidades de perderlo.
"El problema que esto tiene grandes consecuencias, no solamente para las exportaciones que eso ya es muy importante, sino para el precio de los productos que necesitamos para el consumo humano. ¿Va a subir el maíz si se prohíbe su importación? Desde luego", aseguró.
Señaló que por un lado se está dejando la importación "que no sabemos cómo va a llegar a través de diferentes empresas, y por el otro lado, no se permite la reducción de precios por la importación de maíz transgénico, o sea son políticas contradictorias".
"No hay evidencia científica alguna, que diga que haga daño a nadie (la semilla de maíz transgénico), ni hay daño con el maíz criollo, el problema es que esto no solo tiene graves consecuencias para las exportaciones, sino que para el precio de los productos que consumimos. Va a subir el maíz, y va a haber varias cosas, dejar la importación habrá afectación, y por el otro lado no se permite dar la reducción de precios por la importación de maíz transgénico", concluyó.
AMP