Año nuevo, ¿trabajo nuevo? Éste es uno de los propósitos que más hace la gente durante estas fechas, ya sea porque quieren nuevos retos laborales, no están a gusto en su actual empleo o simplemente necesitan un cambio.
Enero es quizá el mejor mes del año para que cambies de trabajo, ya que antes de llegar a éste se realizan los presupuestos anuales de la mayoría de las empresas, y es donde se decide quién sigue en su cargo y qué cambios de personal se deben hacer.
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Si te encuentras en esta situación, aquí te decimos qué es lo que tienes que hacer para poder acceder a ese nuevo empleo que tanto deseas:
Define el tipo de empresa en quieres trabajar. Ya que pensaste en tus gustos y prioridades, es momento de definir cuál es el tipo de empresa donde te gustaría trabajar. Recuerda que hay miles de personas que, al igual que tú, están buscando trabajo, por lo que no será fácil quedarte en la compañía que elijas, pero no es imposible. Investiga a la empresa y su cultura laboral, si el puesto se adapta a tus necesidades personales y a la proyección profesional que estás buscando.
En línea es lo de hoy. En esta época gran parte de las empresas y organizaciones publican sus vacantes disponibles en bolsas de trabajo en línea o en la página web de la misma compañía. Según la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), 7 de cada 10 personas en México buscan trabajo en línea, por lo que registrarte en estas bolsas online debe ser una de tus prioridades. Existen muchas como OCC, Bumeran o Computrabajo.
Redes sociales. Las redes sociales no sólo son para diversión y ocio, también las hay para encontrar trabajo, como Linkedln, que tienen gran presencia y que los reclutadores utilizan mucho para encontrar personal. Invierte tiempo en realizar tu perfil y mantenlo actualizado. Igualmente no descuides tus demás redes sociales, ya que gran parte de los reclutadores buscarán tu perfil en Facebook o Twitter para darse cuenta del tipo de persona que eres.
Si lo sabe Dios, que lo sepa todo el mundo. Seguro tienes amigos de antiguos trabajos, familiares o cualquier otro contacto que te podría ayudar a encontrar empleo. Busca apoyo en ex profesores, ex empleadores, personas que tenga un puesto similar al que quieres. Si es posible, contacta a empleados de la empresa en la que quieres trabajar. El chiste es que todo mundo sepa que estás buscando trabajo, recuerda que muchas veces la forma más sencilla de entrar a una empresa es por alguien que se encuentre dentro de la compañía.
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Feria laboral. En México existen varias, ya sean organizadas por el gobierno, universidades, o por las mismas empresas, y son una oportunidad para conocer y aprender sobre tus posibles empleadores. Quizá ahí mismo no encuentres el trabajo, pero sí la persona que te puede ayudar a llegar a él.
Currículo, la piedra angular. Tu meta es que capte la atención. Debes mantenerlo actualizado y debe ser breve, con frases cortas y sencillas. Evita utilizar colores llamativos, por lo que lo mejor sería utilizar letras negras sobre hojas blancas y en formato PDF. Hay dos reglas imprescindibles: cero faltas ortográficas y no mientas. Si el reclutador detecta algún error ortográfico, en automático te eliminará. Si pones que hablas tal porcentaje de un idioma o que ciertos conocimientos y resultan ser falsos, tarde o temprano se darán cuenta. Escribe la absoluta verdad.
Prepara tu entrevista. Seguro ya tienes experiencia y sabes a lo que te enfrentas en ésta, pero no está demás que trabajes en ella. Busca información de la empresa y asegurate de estar listo para cualquier pregunta relacionada al puesto que quieres ocupar. Recuerda que al personal de recursos humanos le gustan las respuestas cortas y precisas, evita expresiones como “jamás” o “nunca”, ni muletillas, que son señal inseguridad. Prepárate para las preguntas típicas, por lo que un buen ejercicio es practicar ante algún amigo o familiar y repasar bien nuestro currículo.
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