La empresa mexicana de procesamiento de pagos, Prosa se prepara con una inversión de 2 mil millones de pesos para poder operar un mayor volumen transaccional que demandan los clientes del sistema financiero, a la par de incrementar progresivamente el número de operaciones hasta poder procesar 6 mil pagos por segundo para este año.
A decir de Salvador Espinosa, director general de Prosa, se trata de la única fintech que tiene más de 50 años y no necesariamente como una startup, sino que pone tecnología al servicio del sector financiero.
Prosa es la primera de las cuatro cámaras de compensación que operan en el país y tiene la confianza de varios bancos que son también sus principales accionistas, como Santander, Banorte, Scotiabank, HSBC, Invex y Banjercito. Pero también, como parte de sus 200 clientes están fintech, plataformas de entretenimiento, cajas de ahorro y préstamo, Sofomes, plataformas de transporte privado, tiendas departamentales, de autoservicio y agregadores de pagos.
“Somos la primera cámara de compensación en México y la más grande, más de la mitad de las transacciones del país pasan a través de Prosa. Nosotros integramos soluciones de tecnología para la industria financiera y somos la única fintech que tiene más de 50 años y no necesariamente somos una startup, nosotros ponemos tecnología al servicio del sector financiero”.
Espinosa aseguró que la mayor demanda por transacciones alternas al efectivo es resultado del auge en la adaptación a pagos digitales y alternativos al efectivo, a raíz de la pandemia de covid-19 en 2020, y que han crecido hasta 40 por ciento anual y más de 100 mil millones de dólares en monto con 8 mil millones de transacciones operadas el año pasado.
“Estamos avanzando contra el efectivo, pero lamentablemente como país nos falta muchísimo para el tamaño de la economía mexicana, somos de las que más les falta avanzar en ese sentido”, dijo en entrevista previa a la 89 Convención Bancaria, a realizarse los próximos 16 y 17 de marzo en Mérida, Yucatán.
Los 2 mil millones de pesos de inversión están contemplados para ejercerse en los próximos tres años, con el fin de mantener la disponibilidad de los servicios que ofrecen a bancos, empresas de tecnología financiera (fintech) y como marca de aceptación de tarjetas.
“Nuestro número uno es la ciberseguridad de los datos porque tenemos una gran responsabilidad en el mercado; más de la mitad de las transacciones del país pasan por Prosa, la responsabilidad que tenemos en materia de datos es prioridad, el número dos es la disponibilidad de nuestro servicio. Para eso tenemos un plan bien robusto, y para los próximos tres años tenemos una inversión de por lo menos 2 mil millones de pesos, solamente para el tema de seguridad de la información”.
El directivo explicó que, hasta hace un año, Prosa procesaba un promedio de 200 transacciones en cada segundo y podría llegar hasta 900 en algún momento “pico”, pero esto creció a 400 por segundo.
“En horarios pico, como un sábado por la tarde, llegamos a procesar hasta 2 mil transacciones por segundo. Para este año nuestras plataformas están preparadas para operar hasta 6 mil transacciones por segundo, estamos esperando crecimientos bien importantes”.
La tendencia
Salvador Espinosa aseguró que una de las tendencias se encuentra en los pagos en los que ya ni siquiera se necesita una tarjeta para poder realizarlos. Destacó que el año pasado fue el primero en la historia del país en el que hubo por lo menos cinco días en los que las transacciones con tarjeta no presente fueron más que las de tarjeta presente.
“La verdad es que esta tendencia está creciendo a una velocidad mucho mayor, y vemos que al final terminará siendo sin contacto y sin la necesidad de un plástico físico. Estamos innovando al respecto con biometría y soluciones dentro del teléfono celular”, dijo.
Agregó que, gracias a la tecnología detrás de los pagos, muchas veces los usuarios ya ni siquiera se dan cuenta de en qué momento se hacen los cargos del pago de la luz, gas, plataformas de streaming y delivery, “porque ya ni siquiera estamos presentes, pero cuando vemos los números se refleja esta alta transaccionalidad”
Espinosa concluyó que México va en el camino correcto de adopción de los pagos que ya no se encuentren en el mundo físico del efectivo. Sin embargo, hace falta impulsar el cambio en los hábitos con un esfuerzo conjunto entre reguladores, incluir beneficios fiscales, entidades que emiten los medios de pago y aumentar la educación financiera.
“Vamos por el camino correcto, sí creo que en el país podemos lograr el cambio de comportamiento de la población y México es conocido por adoptar bien las nuevas tecnologías; sin embargo, en la parte de pagos todavía nos falta. Desde nuestra perspectiva, la medida de éxito está en la manera en la que logremos reducir en la economía de México el uso del efectivo, que puede crecer entre 2 y 3 por ciento del PIB”.
EVC