Proyecto Santa Lucía: sin cifra de pasajeros ni capacidad a futuro

Necesita una inversión de 66 mil 878 mdp, tres veces menos que el presupuesto del NAIM.

Según el dictamen, esta base tiene problema de factibilidad aeronáutica si opera junto con el AICM. (Héctor Téllez/Archivo)
Pilar Juárez
México /

El aeropuerto internacional Santa Lucía (AISL), que propone Grupo Riobóo, se desarrollaría en 2 mil 320 hectáreas, que representan menos de la mitad de las 5 mil hectáreas que ocupará el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco.

El Anteprograma de Obra, elaborado por el grupo que lidera José María Riobóo, cercano al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, informa que la inversión para la terminal en la Base Aérea Militar de Santa Lucía asciende a 66 mil 878 millones de pesos, es decir, tres veces menos que la construcción del NAIM, cuyo presupuesto es de 285 mil millones de pesos.

Destaca que ni en la presentación de la propuesta del AISL, ni en el informe sobre las opciones posibles para la solución del problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se menciona el número de pasajeros que se atenderán en Santa Lucía, ni la capacidad por la demanda a futuro.

La afluencia esperada hacia 2021 es de 55 millones de pasajeros, de acuerdo con la actualización del Plan Maestro para la construcción del NAIM, 20 por ciento más que la calculada en 2014. El nuevo aeropuerto, en su fase inicial, prevé atender 70 millones de pasajeros al año y 125 millones en su máximo desarrollo.

El tiempo estimado para la construcción del AISL es de dos años, considerando desde estudios y planificación hasta obras complementarias y limpiezas generales. No obstante, el centro de investigación Mitre señaló que los procedimientos para considerar un proyecto de un nuevo aeropuerto, desde su planeación y construcción, excede los 10 años.

PRINCIPALES TRABAJOS

Entre las obras más relevantes por su monto en el proyecto en Santa Lucía, se prevé la construcción de un edificio terminal, torre de control, dos pistas, un estacionamiento cubierto, rodajes, edificio de aduana, hangares, vialidades exteriores y un hotel de 310 habitaciones.

El edificio terminal, que prevé una inversión superior a mil 614 millones de pesos, se ubicará en un área de 347 mil metros cuadrados, con 33 posiciones; comparado con el edificio terminal del NAIM, tendrá menos de la mitad del área a desarrollar.

Para esta obra, en el nuevo aeropuerto se prevé un espacio de 760 mil metros cuadrados, distribuidos en cuatro niveles con una inversión cercana a 85 mil millones de pesos. Contará con 94 posiciones de contacto más 42 remotas, lo que implica tres veces más respecto al AISL.

Las pistas a construir en Santa Lucía son dos, la primera con una longitud 5.1 kilómetros, con una inversión de 4 mil 69 millones de pesos; la segunda requerirá una inversión de 3 mil 617 millones de pesos y tendrá una longitud por 4.6 kilómetros.

El NAIM prevé en su primera etapa la construcción tres pistas con opción de llegar a seis en su máximo desarrollo. Cada una medirá 5 kilómetros de largo y 60 metros de ancho; los trabajos contemplan edificar las calles de rodaje que, sumadas a la pista, se alcanza un ancho de 400 metros en total.

Con tres pistas paralelas se abre la oportunidad de tres operaciones simultáneas, con lo que sería el primer aeropuerto en América Latina en contar con esta característica.

POR RESOLVER

De acuerdo con datos del dictamen que presentó López Obrador, en Santa Lucía se tiene el problema de factibilidad aeronáutica si opera simultáneamente con el actual aeropuerto. También se trabajará en la necesidad de trasladar la base militar a otros espacios.

En los terrenos de Santa Lucía está la Base Militar Aérea 1, sede principal de operaciones de la Fuerza Aérea Mexicana y del Plan DN III, en el que habitan 7 mil 500 elementos militares y 3 mil familias, con instalaciones educativas, de salud, comerciales, recreativas y deportivas para la población, que deberán ser reubicados.

“Uno de los elementos de mayor oposición a esta alternativa, no solamente de las aerolíneas, sino específicamente de los pasajeros, es la lejanía que habría entre el AISL con el centro de la Ciudad de México y por las dificultades de interconexión de vuelos”, refiere el dictamen que firma el equipo del presidente electo, del que también forma parte José María Riobóo Martín.

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