Puma, fabricante alemán de ropa deportiva, prevé que las ventas del segundo trimestre de 2023 crezcan a una tasa porcentual menor al 5 por ciento, por debajo de su objetivo para todo el año, debido a los altos niveles de inventario y en un contexto de alta inflación que frena la demanda.
Sin embargo, la empresa superó las expectativas de ingresos del primer trimestre, y afirmó que el fuerte crecimiento mundial, incluida la región de China, ayudó a compensar sus peores resultados en el mercado estadounidense, que sufre de un exceso de producto en reserva.
Las acciones de Puma perdían 3.4 por ciento.
Al igual que otras marcas de consumo y minoristas, incluidos sus competidoras Adidas y Nike, Puma se ha centrado en la liquidación del exceso de inventario en un contexto de desaceleración de la demanda, que ha ejercido presión sobre los márgenes en el sector de artículos deportivos.
La empresa planea normalizar sus niveles de inventario a mediados de año, dijo en una convocatoria con medios, mientras que prevé que los efectos de las divisas, la actividad promocional y los precios de las materias primas sigan pesando sobre la rentabilidad durante 2023.
"Los temores de recesión en varios mercados, la inflación persistentemente alta y los elevados tipos de interés están haciendo que la confianza del consumidor sera escasa, y que la demanda en el comercio minorista sea volátil", añadió.
Puma confirmó su previsión para todo el año de un crecimiento de los ingresos ajustados en divisas de un dígito alto, y un beneficio operativo de entre 590 y 670 millones de euros.
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MRA