En México cuesta entre 30 mil a 50 mil pesos una cirugía para colocar un balón intragástrico, que multiplicado por los 100 a 150 que se colocan al mes, el mercado por este tipo de dispositivos se calcula de 36 a 90 millones de pesos al año, de acuerdo con números de la firma de equipos médicos Medical-Scope.
Felipe Navarro, gerente de la unidad de negocios de Bib System, que forma parte de la compañía, contó a MILENIO que no es un método caro considerando que es más costoso pagar la manutención de diabetes, dolores articulares, problemas del corazón, entre otros que son causados por el sobrepeso y la obesidad.
“Somos 120 millones, de los cuales 70 millones son los que tienen un problema de sobrepeso y obesidad grado uno, que es donde se recomienda el manejo del balón. Al solo poner de 100 a 150 balones al mes, es insuficiente”, comentó.
Asimismo, aseguró que 4 por ciento de la población que se encuentra arriba de la pirámide económica puede pagarlo sin ningún problema; “no es un método caro, ya que este ronda entre los 30 a 50 mil pesos dependiendo circunstancias como la clínica, especialista, materiales, entre otros”.
¿Qué es un balón intragástrico?
Es una solución no quirúrgica para perder peso y se usa a corto plazo. Mejora las enfermedades relacionadas con la obesidad y el sobrepeso, como la diabetes y la hipertensión.
Existen tres compañías que están importando legalmente los balones intragástrico, por lo que a través de la agencia hay 400 médicos que ofrecen el procedimiento en México.
Felipe Navarro explicó que si el gobierno de la república tuviera programas en cirugía bariátrica y endoscopía podría existir demanda para la realización de estos procedimientos ya que 90 por ciento se encuentra en instituciones privadas lo que genera un gasto más para las personas que no pueden pagarlo.
Mencionó que debido a la poca comercialización del balón en el país, no existe mercado negro o que ilegalmente lo lleguen a colocar sino que sí está la opción de tener de balones gástricos pirateados.
“Hay balones argentinos que están trayendo al país, que no cuentan con las medidas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), otros son chinos, brasileños lo que se vuelve un riesgo bastante grande para los pacientes y los doctores quienes lo adquieran sin investigar su registro de salud”.
“No duran el tiempo que tienen que durar, son complicados de colocar en el estómago, a la hora de hacer el retiro se llegan a romper. Lo sacas en 15 o 20 minutos y los otros a veces te tardas una hora, no, entonces eso implica más gasto de anestesia y medicamento en el momento”, explicó.
PMA