¿Qué sigue para Huawei?

FT Mercados

Ante el rompimiento con Google, Huawei lanzaría un sistema operativo alterno a Android. La pregunta es si convencerá a los consumidores fuera de China.

Huawei abrió un centro de investigación en Finlandia para desarrollar un sistema operativo diferente a Android.
Louise Lucas y Nic Fildes
Ciudad de México /

Hace siete años, Huawei, el fabricante de smartphones chino, abrió un pequeño centro de investigación en Finlandia, aprovechando que en el país de origen de Nokia hay ingenieros que saben cómo desarrollar un sistema operativo para teléfonos móviles. 

Comenzó con apenas 20 empleados, pero gradualmente aumentó el número en Finlandia; abrió bases en Helsinki, Oulu y Tampere para prepararse en caso de necesitar una opción diferente a Android, el sistema que alimenta tres cuartas partes de los teléfonos móviles en el mundo.

El lunes pasado, parecía que se confirmaban los peores temores de la compañía china. Google, que compró Android en 2005, dijo que dejaría de suministrar el software a Huawei con el fin de cumplir la prohibición de Estados Unidos (EU). Tim Watkins, jefe de Huawei en Europa Occidental, dijo que la compañía se asombró por la prohibición de EU, pero agregó que están “tan bien preparados como podríamos haberlo estado”.

Los analistas mencionaron que este fue un duro golpe para una compañía cuyo negocio crece a gran velocidad. Las ventas de teléfonos de Huawei subieron 50% en un año a 59 millones de unidades en el primer trimestre, mientras que las de sus rivales Samsung y Apple bajaron 10 y 23%, respectivamente.

“Parece que Huawei tuvo un impulso imparable, pero con un solo golpe, podría socavar su ambición de convertirse en el fabricante de smartphones más grande del mundo”, dijo Ben Wood, analista principal de CCS Insight.

 Otro consultor de telecomunicaciones dijo que la medida de Google es la señal más clara hasta el momento de que los socios de Huawei “abandonan el barco”. Predijo que Washington “apretará realmente la línea de suministro ahora”. 


El martes pasado, Huawei lanzó en Londres su nuevo teléfono insignia Honor. Pero redes como Vodafone y EE llevan a cabo una revisión para determinar si pueden seguir adelante con los teléfonos de la compañía china, como parte de su estrategia de lanzamiento para 5G, la red de internet móvil de siguiente generación. Las dos compañías se negaron a hacer comentarios para la nota.

Google y Huawei trabajaron estrechamente durante la última década en una relación que benefició a ambas partes. Google pudo consolidar su acceso al mercado chino, mientras que Huawei rápidamente se convirtió en un jugador importante en el escenario mundial.

Pero incluso si Huawei está listo con un sistema operativo para reemplazar a Android, tendrá problemas para convencer a los consumidores fuera de China de que lleven a cabo el intercambio y pierdan el acceso a la suite de aplicaciones de Google, como Gmail, YouTube y Maps, y hasta las 2.5 millones de aplicaciones en la tienda de Google Play.

 Richard Windsor, analista independiente, mencionó que la calidad de un sistema hecho internamente por Huawei puede ser irrelevante, ya que “nadie lo va a comprar”. 

Compañías como Nokia, Intel, Palm, BlackBerry, Microsoft, Firefox, Samsung y Jolla de Finlandia trataron de romper el duopolio de Apple y Android, con poco o ningún efecto. La investigación de Gartner muestra que menos de 1.5 millones de teléfonos a finales de 2017 utilizaban un sistema operativo alterno, apenas 0.1% del mercado, y la mayor parte de los intentos de competir con Android fracasaron.

 Carolina Milanesi, analista de Creative Strategies, dijo que el problema para Huawei al usar su propio sistema operativo será si los desarrolladores externos tendrán interés en apoyarlo y cómo podrán acceder a Google los usuarios de smartphones fuera de China. 

“Crear una tienda y apoyar a los desarrolladores no es algo trivial. Solo hay que preguntarle a Samsung o Amazon sobre su intento de competir con Android, ya sea con un sistema operativo diferente o con una bifurcación”, dijo.

 El año pasado, la Comisión Europea multó a Google con 4,300 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado de Android para afianzar su hegemonía, en las búsquedas móviles y promover su navegador Chrome. 

Alejarse de Android, junto con una posible reacción negativa contra las empresas estadounidenses, entre ellas Apple en China, podría llevar a una fragmentación del mercado mundial de teléfonos móviles, justo cuando se introduce el 5G. Charlie Dai, analista de Forrester, mencionó que “esto no es bueno para los consumidores de todo el mundo, y es una pena que el valor del cliente, facilitado por un espíritu de código abierto, ahora lo arruine la política”. 

Eso también podría ser un problema para Google, si Android pierde participación en China, un mercado de smartphones más grande que Europa y EU combinados, ante un nuevo sistema operativo que promuevan los fabricantes chinos de teléfonos. “Sospecho que a Google le enfurece esto”, dijo Watkins.


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