La recuperación económica que se ha registrado durante los meses de este año no se ha visto reflejada en el consumo en las tienditas de la esquina, aseguró la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Desafíos de la Reactivación de la Microenonomía, 76 por ciento de los tenderos observa que a sus clientes no les alcanza para comprar la canasta básica, y además acuden a las tienditas todos los días para llevar un mejor control de sus gastos, incluso, 78.1 por ciento de los tenderos viven el hecho de que sus clientes les piden fiado, cifra que va en aumento, pues hasta 60 por ciento de los clientes ha recurrido a esta dinámica para poder acceder a la canasta básica.
Durante la presentación de la encuesta, el presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, dijo que 70.9 por ciento de los tenderos reportaron que el consumo va en aumento, pero sigue por debajo del año anterior.
“Este dato nos muestra que aún con la reactivación de la economía, nosotros no vemos que se refleje en el consumo, es decir, que las ventas no están consolidadas y no se ven reflejadas en los números de los tenderos, principalmente en la parte de consumo esencial, impactado también por la inflación, que será un invitado permanente para este año”.
En este sentido, explicó que la inflación, así como la lenta recuperación económica del empleo han afectado fuertemente las ventas en el canal de abasto tradicional, de acuerdo con la percepción del 70.19 por ciento de los tenderos encuestados considera que existe un aumento en la informalidad en el país.
La encuesta levantada en mil 200 puntos de venta de 20 estados del país mostró que el encarecimiento de los productos se ha visto reflejado en las carnes, frutas y verduras, por lo que las personas han concentrado su consumo de proteína en el huevo, así como tortilla, frijoles, arroz, pasta, aceite, sal, pan y lácteos.
Además, el representante de la Anpec agregó que hasta este mes se tienen reportado el cierre de 300 mil puntos de venta a consecuencia de la crisis provocada por el covid-19, de estos se han podido reactivar al menos la mitad; sin embargo, la falta de subsidio social se ha visto reflejado en la precarización de ingresos.
Antes del covid-19, el comerciante promedio buscaba una utilidad mensual de por lo menos 10 mil pesos, es decir 2 mil 500 pesos de ganancias semanales; sin embargo, actualmente los comerciantes buscan ganar entre 6 y 8 mil pesos al mes, esto se refleja en la baja en las ventas de 25 por ciento que se ve reflejada en los ingresos por utilidad que van de entre 250 y 300 pesos diarios en promedio.
“La gente ha reducido su consumo de una manera sensible, han dejado de consumir abarrotes, principalmente en productos enlatados, consumo de carnes rojas, embutidos y se han focalizando las ventas en lácteos y huevo”.
Finalmente, Rivera indicó que el grueso de los tenderos se encuentra en edades de entre 30 y 59 años, por lo que 58.26 por ciento de los tenderos ya se encuentran vacunados o en proceso de la segunda dosis de vacuna anticovid; a pesar de esto, más del 80 por ciento de los comerciantes mantienen los protocolos de higiene y sana distancia para evitar contagios en los puntos de venta.
En tanto, del total de los encuestados, 72.7 por ciento son jefes de familia, 72 por ciento tiene más de 10 años con su negocio y 44 por ciento no cuenta con un seguro social que los proteja.
srgs